SUCESO EN ABRERA

Un joven muere tras ser inmovilizado por mossos y el SEM en Barcelona

El fallecido sufría problemas psiquiátricos y estaba muy alterado en el momento de la actuación policial

Una patrulla de los Mossos

Una patrulla de los Mossos / FERRAN NADEU

Luis Benavides

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Un joven de 27 años de edad falleció el pasado viernes tras ser reducido en su casa de Abrera (Barcelona) por los Mossos d'Esquadra al resistirse a su traslado, por parte de efectivos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), para ingresar por orden sanitaria en un centro psiquiátrico.

Efectivos del SEM se dirigieron al mediodía al domicilio del joven, un hombre corpulento, de unos 120 kilos de peso, para proceder a su ingreso involuntario en un centro psiquiátrico atendiendo a un informe médico. “Recibimos una alerta para hacer el traslado de un enfermo al Hospital de Martorell. En estos casos seguimos el protocolo del ‘paciente agitado’, porque este tipo de actuación suelen generar agitación en el paciente”, explican a EL PERIÓDICO fuentes del SEM.

Intervención conjunta "muy habitual"

En este tipo de intervenciones de ingresos involuntarios, el SEM siempre alerta a los Mossos d’Esquadra. “Estas intervenciones conjuntas son muy habituales y no hacemos nada sin la unidad de los Mossos al lado. Esperamos en la calle a que llegaran y subimos juntos al domicilio. En el rellano hablamos con los familiares y se decidió que entrarían los efectivos del SEM solos para hacer una ‘contención verbal’, que suele ser suficiente”, relatan fuentes del servicio de emergencias.

Una vez dentro del piso, el joven se opuso al traslado y se mostró cada vez más alterado. Ante esta situación, los agentes de policía intentaron también convencer al joven, aunque tampoco tuvieron éxito y el servicio de emergencias activó una Unidad Avanzada formada por un médico y un enfermero, por si fuera necesario sedar al paciente. Esta unidad fue desactivada poco después, continúan fuentes del SEM, cuando los agentes consiguieron contener al enfermo.

Versiones contradictorias

Según la versión del SEM, el joven volvió a protagonizar “un nuevo episodio cuando el enfermo bajó al vestíbulo de su edificio y vio la camilla”. En ese mismo momento se reactivó la petición de una Unidad Avanzada, que "llegó seis minutos después". Los agentes le redujeron por segunda vez y consiguieron tumbarlo en la camilla, a la que fue atado con unas cintas de sujeción siguiendo los protocolos establecidos en este tipo de casos. En ese momento, el paciente sufrió una parada cardiorespiratoria y fue subido a la ambulancia, donde le practicaron sin éxito maniobras de reanimación.

Fuentes del SEM y de la policía catalana coinciden al asegurar que la actuación conjunta fue correcta. El cuerpo policial, sin embargo, asegura que el joven estuvo consciente en todo momento antes de entrar en la ambulancia aparcada a escasos metros del portal. 

Diligencias abiertas

Los agentes no utilizaron la pistola eléctrica para la reducción porque el jefe de turno de la comisaría de los Mossos d'Esquadra, que es el que la lleva, llegó al lugar cuando los demás agentes ya habían logrado situar al joven encima de la camilla. 

La policía catalana ha abierto diligencias para informar al titular del juzgado de instrucción número 2 de Martorell (Barcelona) de lo ocurrido en esta intervención.