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Bruselas se compromete a minimizar el impacto de los disruptores endocrinos

Disruptores endocrinos

Disruptores endocrinos / periodico

Silvia Martinez

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Regular los llamados disruptores endocrinos, aquellas sustancias químicas que podemos encontrar en productos de uso diario y que pueden alterar el funcionamiento del sistema endocrino y el equilibrio hormonal, con consecuencias negativas para la salud como infertilidad, autismo, obesidad o diabetes, se ha convertido en un verdadero problema. La Comisión Europea sigue sin decidir si es necesario legislar para minimizar su impacto y antes de dar el paso ha optado por lanzar un examen de la legislación existente a nivel europeo.

“Tenemos la convicción de que es el buen modo de avanzar con un dossier delicado y difícil. Es una comunicación equilibrada que tiene en cuenta diferentes aspectos y preocupaciones expresadas por las organizaciones no gubernamentales, estados miembros e instituciones europeas. Es una estrategia compatible y es la buena vía a seguir”, ha justificado el portavoz del presidente, Jean-Claude Juncker, “Debe haber coherencia en las distintas áreas políticas” y por eso “antes de proponer cambios legislativos tenemos que ver si los cambios son necesarios y en qué”, ha añadido otra portavoz.

En la estrategia adoptada este miércoles, para actualizar la actual que data de 1999, la Comisión Europea asegura que se toma muy en serio este problema y que “está decidida a redoblar sus esfuerzos para minimizar la exposición de los ciudadanos y el medio ambiente a estos productos químicos”, ha explicado el comisario de medio ambiente, Karmenu Vella. La necesidad de actuar en este ámbito no es nueva. El Parlamento Europeo lleva años pidiendo medidas urgentes para actuar contra estas sustancias presentes en alimentos, envases, ropas, cosméticos y hasta en juguetes y lo mismo las asociaciones de consumidores que han urgido a acelerar la puesta en marcha de la nueva estrategia.

La asociación de consumidores denuncia retrasos

“La acción de la UE sobre los disruptores endocrinos va retrasada. Las sustancias químicas perturbadoras de las hormonas representan una grave amenaza para la salud de las generaciones actuales y futuras y se ha perdido demasiado tiempo discutiendo sobre las definiciones y los métodos de prueba”, ha afeado la directora general de la asociación europea de consumidores (BEUC en sus siglas en inglés), Monique Goyens, que considera un error esperar porque “las lagunas para los consumidores son evidentes”.

Por ejemplo, en el área de los pesticidas y biocidas la legislación europea contempla disposiciones específicas para evitar que sean utilizados disruptores endocrinos y como regla general todas las sustancias de este tipo que los contengan no pueden ser comercializadas. Pero en el área de los cosméticos o los juegues, alerta BEUC, no se tienen en cuenta específicamente los perturbadores endocrinos, lo mismo que ocurre con las regulación sobre textiles o los productos de higiene absorbentes.

El “chequeo legislativo” que realizará la Comisión Europea pretende comprobar si hay incoherencias e inconsistencias en las diferentes reglamentaciones, a lo que se sumará en paralelo una consulta pública. El objetivo del ejercicio es comprobar “si son necesarios cambios legislativos” para “minimizar la exposición a sustancias peligrosas” y estimular, hasta donde sea posible, el uso de otras menos dañinas. Entre los compromisos asumidos por Bruselas también figura el impulso a la investigación en un terreno poco estudiado todavía y la creación de un foro anual en el que científicos y actores público-privados puedan intercambiar información.

Un debate muy controvertido

A juicio del grupo Corporate Europeo Observatory, dedicada a destapar las presiones de los lobbys en Bruselas, si el trabajo en este terreno ha avanzado con extremada lentitud es por la presión de la industria, tal y como denunciaron hace un año en un informeDiez ministros de sanidad europeos -Finlandia, Francia, Alemania, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Eslovaquia y Suecia- pidieron en julio pasado medidas urgentes y mostraron su "preocupación" por los retrasos en la adopción de la nueva estrategia sobre disruptores endocrinos.