CAMBIO HORARIO

Los 28 admiten que el final del cambio de hora no será posible en el 2019

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Silvia Martinez / Bruselas

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Terminar con el cambio de hora en el año 2019, tal y como propuso el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en septiembre pasado, no será posible. Es la conclusión a la que han llegado los ministros de transportes de la Unión Europea durante el debate celebrado este lunes en Graz (Austria). Una “gran mayoría” de Estados miembros, según ha explicado el ministro de transportes austríaco y presidente de turno del Consejo, Norbert Hofer, están de acuerdo con la abolición de lo que define como una “reliquia de los años setenta” pero reclaman más tiempo para llevarla a buen puerto. Su apuesta: el año 2021.

“Durante (la discusión en) el plenario ha habido una mayoría de países a favor de eliminar el cambio de hora. Creo que ha habido tres países escépticos y un buen número que han expresado su preocupación por la posibilidad de que emerja un mosaico de diferentes horarios que nadie quiere ver así que proponemos darnos más tiempo”, ha resumido Hofer quien ha confirmado la apuesta de la presidencia austríaca por diseñar una solución con el año 2021 como horizonte.

Además de retrasar el fin del cambio de hora, la propuesta de compromiso austríaca recoge otras dos ideas. La primera, que la Comisión Europea nombre un coordinador responsable de armonizar y coordinar la situación una vez que lo países decidan si se quedan con el horario de invierno o de verano. En segundo, la inclusión en la directiva de una cláusula de salvaguarda, “una especie de red de seguridad” según Hofer, que se activaría en caso de que el resultado de la negociación fuera una desastre y que implicaría nuevas propuestas por parte de Bruselas.

La presidencia austríaca de la UE confía en que las tres propuestas –la fecha de 2021, el coordinador y la cláusula- serán suficientes para impulsar el consenso y lograr un acuerdo político en el consejo de diciembre. Es la fecha por la que sigue apostando también la comisaria europea de transportes, Violeta Bulc, que este lunes ha admitido públicamente que los Estados miembros necesitarán más tiempo para implantarla. “Se necesitan estudios y encuestas, que llevarán tiempo. Pero no hay duda de que estamos dispuestos a dar este tiempo a los países miembros”, ha asegurado Bulc quien ha invitado a los gobiernos “a utilizar el tiempo que hay desde ahora hasta el final de la presidencia austríaca para resolver cualquier conflicto potencial y en diciembre lograr un acuerdo general”.

Solución armonizada

Solo tres países -Portugal, Grecia y Reino Unido- se ha pronunciado claramente en contra de terminar con el cambio de hora mientras que son varias las capitales que han expresado sus dudas tanto por el “acelerado” calendario propuesto por Bruselas como por la falta de posicionamiento interno. Este es el caso de Chipre, Holanda, Irlanda, Francia o Dinamarca. “No es realista, no”, han zanjado los representantes de Chipre o de Dinamarca a su llegada a la reunión. “Necesitamos más tiempo para discutirlo y que los actores expresen sus opiniones. También necesitamos un estudio de impacto de la Comisión”, ha defendido la ministra chipriota de transportes, Vassiliki Anastassiadou. “En Dinamarca todavía no lo hemos tenido así que necesitamos más tiempo para lograr una posición danesa y un debate público más profundo”, ha secundado su colega danés, Ole Birk Olesen.

La situación se repite en otros países que no tienen todavía claro si apostar por el horario de invierno o el de verano. Es el caso de España o de Rumanía, ambos en consultas internas, y que comparten la idea de que lo más importante es que haya una solución coordinada. Pero no solo los Estados miembros han expresado su temor por la fragmentación del mapa horario. Algunos sectores como el de la aviación también han avisado de que es necesario más tiempo para prepararse. “Es importante para el mercado único que tengamos una solución armonizada”, ha reconocido Hofer. 

Actualmente, hay tres husos horarios distintos en la Unión Europea y seguirá siendo competencia de los gobiernos decidir en qué zona horaria se quedan. Irlanda, Reino Unido y Portugal comparten la hora de Europa occidental, el grueso de los Estados miembros tienen su horario adscrito al de la Europa central mientras que Bulgaria, Chipre, Grecia, Finlandia, Rumanía y las tres repúblicas bálticas se sitúan en el horario de la Europa oriental. A juicio de Bulc, este marco podría servir para lograr la solución armonizada que todos desean. “Nuestro objetivo está muy claro. Hagamos lo que hagamos necesitamos mantener una situación armonizada en toda la UE”, ha insistido.