De la colmena a la ola

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Victoria Castro

Un apicultor y un programador informático de A Coruña, Iñaki López y Pablo Blanco, acaban de sacar al mercado una cera cien por cien natural para tablas de surf procedente de unas colmenas de Monfero, en plena montaña coruñesa.

Se trata de un producto que pretende ofrecer una alternativa ecológica al mercado dominado por la industria petroquímica, tal y como han contado a Efe los dos jóvenes que están detrás de este proyecto.

La pasión por el surf fue lo primero que unió a Iñaki, que además de apicultor es artista plástico, y a Pablo, que también es fabricante de tablas de surf a pequeña escala.

Los dos descubrieron muy pronto que además del surf compartían cierta "incontinencia creativa" de la que, entre otras muchas ideas, ha salido esta cera ecológica que, tras un año de ensayo y error, acaba de ver la luz y que ya está en el mercado en forma de pastilla y bajo el nombre de Ula Ola.

Iñaki contó a Efe que todo comenzó el día que decidió "aprovechar" el excedente de cera que recogía de su explotación apícola para elaborar una de "uso personal" para aplicar sobre su propia tabla.

Al comentárselo a Pablo, este vio muy claro que si daban con la fórmula exacta podrían obtener un producto natural, local y sostenible que no solo utilizase Iñaki sino todos los surfistas que apuestan por desmarcarse de la cera industrial, elaborada a base de parafina y otros derivados del petróleo.

Aunque ellos cuentan el proceso como si se tratase de una receta sencilla que cualquiera pudiese elaborar en su propia cocina -cera, aceite de oliva y resina de pino-, dar con las cantidades apropiadas fue un trabajo arduo de meses en los que se desecharon muchas pastillas que no cumplían las expectativas ni de Iñaki ni de Pablo.

El ingrediente principal de Ula Ola -un 75%- es cera de opérculos, la más apreciada de todas las ceras y la que emplean las abejas para recubrir la celda de los panales; de ahí la pureza y exquisitez de este producto.

En total, para una primera producción de cien unidades de Ula Ola, Iñaki y Pablo han empleado cera de 45 colmenas en las que han trabajado casi tres millones de abejas; además, han tenido que recurrir a la producción de otros pequeños apicultores en ayuntamientos limítrofes como Paderne e Irixoa.

Antes de colocar la primera pastilla de Ula Ola en el mercado, ha sido probada por varios surfistas profesionales que han dado su "aprobación" tanto por la calidad como por el origen del producto.

"El hecho de que se trate de una cera fabricada por abejas del rural gallego es un valor añadido que, quienes la prueban, tienen muy en cuenta", explicó Iñaki.

No en vano el colectivo surfista es un firme defensor del medio ambiente y del entorno, así que, para muchos, utilizar este tipo de producto natural es cuestión de coherencia.

Además, Iñaki y Pablo explican que la cera que ellos fabrican ofrece "una experiencia" diferente a la de las ceras industriales. "Incluso cuando llevas la tabla en el coche el olor es muy distinto a las otras, ésta no huele a coco como la mayoría".

A excepción del origen y de su composición, el resultado de esta cera sobre la tabla es muy parecido al de la "convencional", según explicó Pablo, quien aseguró que "resiste desde los diez a los 22 grados".

Tanto Iñaki como Pablo se han encargado de todo el proceso, desde la recogida de la cera, el prensado y la elaboración de los moldes de silicona hasta el empaquetado y su diseño, que, contaron, "es la reinterpretación de una ola de un cuadro japonés".

Aunque de momento la producción de Ula Ola es pequeña, los responsables de este proyecto consideran que es ya mucho lo que han conseguido: que la cera del apiario de una pequeña aldea gallega llegue ya a algunas de las tablas que cabalgan las olas de A Coruña, Bastiagueiro, Sabón o Doniños.

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