Víctimas invisibles de la violencia de género

Violencia contra la infancia

Violencia contra la infancia / Eva Filgueira

MIREIA RECASENS. SAVE THE CHILDREN

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La violencia de género no deja nunca una sola víctima. Los niños y niñas que viven con un padre maltratador son también víctimas de esta lacra social, no sólo porque pueden ser agredidos físicamente sino porque también sufren en silencio esta violencia, presenciando a diario los insultos y las palizas que reciben sus madres. Además, en los casos más graves, también pueden acabar perdiendo la vida, como es el caso de las niñas de 3 y 6 años que este martes han muerto a manos de su padre en Castellón.

En los últimos cinco años, al menos 25 niños y niñas han muerto en casos de violencia de género contra sus madres en toda España. Desafortunadamente estos son solo los casos que conocemos, pero la mayoría permanecen invisibles dejando a los niños sin ninguna medida de protección.

Cada día miles de niños sufren las consecuencias de vivir en un entorno donde este tipo de violencia es la pauta de relación. Esto causa daños irreparables en el desarrollo de los niños y las consecuencias que sufren son inmensurables porque cuando un niño sufre violencia en casa, esta acaba extendiéndose como una mancha y afecta a todas las esferas de su vida: problemas en la escuela, bajo rendimiento académico, problemas de atención o concentración, agresividad, etc.

Pero la violencia contra la infancia puede pararse. Si queremos erradicar la violencia contra los niños y niñas, es necesario contar con una Ley que prohíba explícitamente todas las formas de violencia (maltrato, violencia de género, abusos sexuales, acoso escolar) y que cuente con mecanismos de prevención para evitar que ningún niño tenga que vivir estas situaciones.

Aunque desde hace tres años los niños son considerados víctimas de la violencia de género desde la aprobación de la Ley de Infancia y Adolescencia, las medidas de las que gozan son únicamente las asignadas a sus madres. Además, no se tiene suficientemente en cuenta lo que supone para un menor convivir con un padre maltratador. Por eso es necesario una Ley que ponga a los niños y niñas en el centro para asegurar así su protección frente a la violencia. En los casos de violencia de género es necesario contar con medidas como la suspensión de visitas del padre agresor, en el caso que los padres estén separados, así como la suspensión de la guarda y custodia de los padres agresores desde que se tiene conocimiento del caso.

Esta Ley de protección integral frente a todos los tipos la violencia contra la infancia ya está encima de la mesa del Gobierno que acordó enviar el anteproyecto al Congreso de los Diputados el segundo trimestre de 2019. Ahora solo hace falta consenso político para que este marco normativo sea una realidad cuanto antes.

Cuanto antes, porque la violencia contra la infancia va mucho más allá de casos puntuales, se trata de un problema generalizado y sistémico que necesita soluciones urgentes. Cuanto antes, porque la violencia que sufren los niños y niñas no hace otra cosa que robarles la infancia y dejarles un futuro lleno de sufrimiento.