Misterio en la Estación Espacial Internacional

La agencia espacial rusa no descarta que un agujero de dos milímetros en una nave de transporte Soyuz causante de una ligera despresurización sea producto de un sabotaje

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Marc Marginedas

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Hace una semana, una ligera despresurización fue detectada a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI). Los controladores de vuelo determinaron que ésta era "muy pequeña" y que no revestía peligro alguno para los seis astronautas de la Expedición 56, a quienes se les comunicó el problema desde Houston y Moscú en cuanto se despertaron.

Los cosmonautas se pusieron manos a la obra para encontrar el origen de la fuga, encontrando finalmente un pequeño agujero de dos milímetros de diámetro en la nave de transporte Soyuz MS-09, adosada a la EEI, que en un principio fue atribuido al impacto de un micrometeorito.   

La noticia, que recibió una amplia cobertura en las publicaciones especializadas, no habría recibido la atención de la prensa generalista si no hubiera sido por las indagaciones posteriores realizadas por la agencia espacial rusa Roscosmos. Según ha admitido Dmitri Rogozin, al frente de la organización, el agujero fue causado "por un taladro" y podría haber sido producto de un sabotaje.

"Es muy pronto para determinar de forma definitiva lo que ha sucedido", ha asegurado Rogozin, en declaraciones recogidas por la agencia TASS. "Pero parece que ha sido realizado por una mano temblorosa; hay restos de un taladro deslizándose por la superficie y no descartamos ninguna teoría", ha continuado, desechando por completo la teoría del meteorito.

"Una cuestión de honor"

Para el responsable de Roscosmos, "es una cuestión de honor .....encontrar al responsable de esto, averiguar si fue un defecto accidental o un sabotaje deliberado y dilucidar dónde se realizó, en la Tierra o en el espacio". Las últimas averiguaciones al respecto, filtradas a TASS por una fuente anónima este jueves, apuntan a que la abertura se hizo después del proceso de ensamblaje. Todo ello ha obligado a la empresa constructora Energia a revisar las cápsulas actualmente en construcción que deben viajar en los próximos meses a la EEI, es decir, las Soyuz, para el transporte de pasajeros, y Progress, que trasladan carga. 

Al margen de la inquietud que haya generado la posibilidad de un sabotaje, el incidente no reviste peligro alguno para los astronautas que deberán regresar a bordo de la nave dañada. Según la NASA, el agujero se halla en un módulo del que se desprende la cápsula y que no sobrevive a la reentrada en la atmósfera.

La Expedición 56 está formada por tres cosmonautas norteamericanos, dos rusos y un alemán. Al mando del grupo se encuentra el norteamericano/canadiense Andrew Feustel, con tres estancias en el espacio y varios 'paseos espaciales'. El segundo en el escalafón de mando es el ingeniero de vuelo ruso Oleg Artemyev, de 47 años, para el cual esta misión es su segunda estancia la EEI, tras haber formado parte de las expediciones 39 y 40, entre mayo y septiembre del 2014.

La EEI es un proyecto multinacional que inició su andadura en 1998 y en la que rotan investigadores y cosmonautas de las cinco agencias espaciales participantes: la NASA norteamericana, la Agencia Espacial Federal Rusa, la Agencia Japonesa de Exploración Espacial, la Agencia Espacial Canadiense y la Agencia Espacial Europea. Es el objeto artificial más grande en la órbita terrestre y completa una vuelta alrededor del planeta cada 92 minutos.