De Italia a Barcelona para ser padres por reproducción asistida

Una pareja del país transalpino explica por qué viaja a la capital catalana para someterse a un tratamiento que les permita tener descendencia

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rjulve44830224 barcelona 30 08 2018 sociedad foto en la cl nica de fertilid180903141349 / RICARD CUGAT

CARLA RIVEROLA

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Es la cuarta vez que los italianos Marc y Laura visitan Barcelona. Pero es la primera que lo hacen para convertirse en padres. O como mínimo para intentarlo. Ellos no han venido hasta la capital catalana porque su país, Italia, les prohíba someterse a tratamientos de reproducción, como pasa en el caso de las parejas homosexuales, sino "para no perder tiempo", cuenta la mujer. No en vano, más de la mitad de las mujeres que se someten a un tratamiento de fecundación en Catalunya son ya extranjeras. Barcelona se ha convertido en un centro internacional de la reproducción asistida

Marc y Laura no se llaman así, pero prefieren mantener el anonimato. Esta semana han hecho su primera visita en el Centro Dexeus Mujer, que les recomendó una amiga suya que ejerce de médico en Italia y que se quedó embarazada gracias al tratamiento de esta clínica. "Enseguida nos han dicho cuánto durará el proceso, los porcentajes de éxito... Esta es la seriedad que seguro que no hubiésemos encontrado en Italia", lamenta Marc. Explica, sin embargo, que ni siquiera hicieron un intento en su país. "Vinimos directamente aquí para asegurar el tiro. Nuestra amiga nos dijo: 'No perdáis tiempo'. Y esto nos convenció", señala.

Sienten la presión del paso del tiempo y de su reloj biológico, dicen ellos. Él tiene 54 años y ella, 43. Llevaban dos años intentando concebir un bebé, pero "vista la edad", decidieron no esperar más y recurrir a tratamientos de reproducción asistida.

No han venido a BCN porque su país les prohíba estas prácticas, como sí las veta a los gais, sino "para no perder tiempo"

Marc sabe que no es "un camino fácil", sobre todo porque cuanto mayores son los progenitores, más difícil es que el tratamiento sea efectivo. Aseguran estar preparados para una "eventual desilusión". "La esperanza es lo último que se pierde", opina Laura, que dice que se agarra a "la experiencia del centro". Y, si no, siempre "se puede confiar en Dios", añade entre risas.

El suyo no es un caso ni mucho menos aislado en las clínicas de reproducción asistida de Catalunya. Solo en este centro, en Dexeus Mujer, del 20% de pacientes extranjeras que atienden, la mitad son italianas. En muchos casos, mujeres solas o lesbianas a quienes el país les veta la ilusión de ser madres. "En Italia tenemos una influencia muy fuerte de la Iglesia", reconocen.

Muchas pacientes llegan nerviosas, aunque también muy ilusionadas. Ellos dos están serenos. "Si funciona, bien, y si no, tranquilos. Intentamos mantener la racionalidad", aseguran. A ambos se les ve la emoción en la cara. "Ser madre debe ser una sensación tan bonita... hay que sentirlo", confiesa casi susurrando Laura.

¿Y qué significa para ellos convertirse en padres en un país extranjero? "En Barcelona nos sentimos como en casa". Viven en Palermo, en la isla de Sicilia, y afirman que muchos rincones de Barcelona, como la Rambla o el Gòtic tienen un aire a su ciudad. "No notamos en realidad que nos vayamos muy lejos. Nos gusta mucho Barcelona. Quizás tiene algo que ver la presencia del mar, no sé, la sensación de infinito que se siente al mirarlo. Seguro que ayuda", confían ambos.

"Aquí hemos encontrado la seriedad que no hubiésemos encontrado en Italia", afirma Marc

Han venido a convertirse en padres a la capital catalana. Pero también tienen líneas rojas muy claras. Hoy en día, las posibilidades de los tratamientos de fertilidad son muy amplias: se pueden hacer con semen y óvulos de la pareja, con material del padre y óvulos de donante, con material de la madre y semen de donante o todo procedente de donación. Ellos, sin embargo, quieren tener un hijo "completamente" suyo, sin donación. "Para nosotros es muy importante este sentimiento de unión", reconoce Laura, que dice que si el tratamiento finalmente no funciona, adoptarán un niño. Y en una decisión tan importante como la paternidad y la maternidad, dice, "lo más importante es estar unido como pareja". Luego -añade-, ya vendrá el resto.