Madrid: tolerancia pero menos con los manteros

En Madrid no es posible encontrar explanadas o grandes avenidas repletas de manteros como en algunas poblaciones costeras o en algunos puntos de Barcelona. Este verano es más fácil verlos cargados con sus fardos buscando un lugar del centro donde la policía no los moleste que ofreciendo su mercancía, pero durante unas semanas han centrado el debate de la política local. Aunque la alcaldesa Manuel Carmena no ha aplicado la política de tolerancia en la misma medida que Ada Colau en Barcelona y las persecuciones por las calles son frecuentes, la oposición no ha dudado en utilizar este fenómeno como arma arrojadiza.

El aldabonazo lo dio a principios de agosto Ciudadanos, lanzando en las redes el hastag #CallesOkupadas, que acusaba a los ayuntamientos del cambio sin distinción de hacer el juego a la venta ilegal y traicionar a los comerciantes que pagan sus impuestos. El líder regional del partido naranja, Ignacio Aguado, no dudó en tuitear que “la dejadez de Carmena permite que las mafias hagan su particular agosto en Madrid”, ilustrándolo con una foto donde pueden verse a cinco o seis manteros en la Gran Vía. La imagen acabó siendo motivo de mofa tras descubrirse su escasa conexión con la realidad. Era una foto de archivo como puede comprobarse por los prendas de invierno que lucen todos.

El PP no quizo quedarse atrás y rizó el rizo asegurando que ya se ha descubierto porque quiere ampliar Carmena las aceras de la Gran Vía: “Para que los manteros tenga más espacio”. Vía libre al disparate.

Unos doscientos

Carmena ha intentando restar importancia al debate. Según sus datos su número oscila entre los  150 ó 200, muy lejos de las cifras de Barcelona. “Los manteros no son un problema”, advirtió recientemente.

La alcaldesa navega entre dos aguas, la de los concejales más radicales de su grupo integrados en la plataforma Ganemos Madrid y los del PSOE, que les apoya sin estar en el equipo de Gobierno. Quizás por eso le llueven críticas desde todos los lados. El pasado verano frenó un plan de choque contra los manteros porque Ganemos le exigió que antes pusiera en marcha políticas de integración social.

Serigne Mbaye, portavoz del Sindicato de manteros y lateros de Madrid, sostiene que “todos son iguales. Antes había otros partidos y nada ha cambiado”. Este senegalés que ejerció de mantero hace años recuerda que a nadie le gusta trabajar en las calles. Se ven obligados porque no hay otra opción. La ley de Extranjería les impide trabajar legalmente.

Con el beneplácito de Ganemos, Mbaye protagonizó el pregón del barrio de Lavapiés con durísimas críticas la Policía Municipal. La misma que fue acusada por concejales de Ganemos de provocar la muerte de un mantero en ese barrio lo que desató la furia de los subsaharianos con violentas protestas.

Luego resultó que el fallecido sufría un enfermedad congénita de corazón. La única victima grave se registró el pasado julio y fue una sevillana arrollada y pateada por 11 ó 12 manteros que huían a la carrera del acoso policial. Ha estado a un paso de quedar paralítica. Desde entonces las persecuciones se llevan a cabo con más parsimonia.