EN LUGO

Muere un hombre por la picadura de una avispa

amadridejosejemplar de avispa asi tica  vespa velutina  foto 151006163156

amadridejosejemplar de avispa asi tica vespa velutina foto 151006163156 / periodico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un hombre de 44 años murió este sábado por la tarde en la parroquia de Boimonte, en Viveiro (Lugo) por dos picaduras de una avispa. Aunque el Centro Integrado de Atención de Emergencias 112 de Galicia informó inicialmente de que se trataba de una avispa asiática, este lunes la alcaldesa ha señalado que el vecino fue picado por una avispa autóctona.

El fallecido tenía 43 años y la regidora ha subrayado que "es una tristeza que un hombre tan joven muera de esa manera". "Hemos dado el pésame a la familia. Tenemos que lamentar su muerte como vecino de Viveiro", ha remarcado.

El fallecido, que era alérgico a las avispas, estaba desbrozando maleza en una finca de la Rozada cuando le atacó el insecto. El suceso tuvo lugar en torno a las seis de la tarde del sábado y fue el acompañante del fallecido quien dio la voz a los servicios de emergencias. Esta persona alertó de que su compañero, que era alérgico a las avispas, se encontraba inconsciente tras ser picado por una velutina.

Desplazados al punto, los especialistas de Urxencias Sanitarias 061 no pudieron hacer nada por la vida del hombre, que falleció en el lugar.

Especie en expansión

La avispa asiática, que está diezmando gravemente a las abejas, se detectó por primera vez en España en el 2010, procedente de Francia, y en el 2016 acabó por colonizar el norte del país. En los últimos tiempos ha llegado también a Catalunya. La semana pasada se localizó por primera vez en el Baix Llobregat, en un contenedor de basura de Vallirana, y este viernes los Agents Rurals confirmaron la presencia de un panal en el mismo centro de la capital catalana, en un jardín de la Universitat de Barcelona.

Durante el año 2017, los Agents Rurals ya detectaron la especie invasora en cuatro nuevas comarcas: el Berguedà, Bages, Vallès Oriental y el Maresme, según datos del Servicio de Fauna y Flora del Departament de Territori i Sostenibilitat. 

Estas avispas miden entre 2'5 y  3,5 centímetros, según sean obreras o reinas, y se distinguen por tener las patas, la parte del abdomen y una parte de la cabeza de color amarillo. "El efecto de su picadura es el mismo que al de una avispa tradicional, con atención especial a los alérgicos, a los que les podría producir un fuerte brote, pero la prevención es la misma", sostiene el agente rural Alfred Vázquez.