Menores extranjeros no acompañados, de solos a mal acompañados

Menores extranjeros no acompañados

Menores extranjeros no acompañados / Pedro Armestre

EMILIE RIVAS. SAVE THE CHILDREN

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Estos últimos años se ha hablado mucho de los menores extranjeros no acompañados, pero definitivamente se ha hablado poco con ellos. Por eso, desde Save the Children hemos querido hablar con ellos para luego poder hablar de ellos. Hemos querido entender quiénes son estos adolescentes que lo dejan todo para conocer algo con lo que nosotros hemos nacido. Eso es lo que hemos hecho en nuestro último informe "Los más solos", acercarnos a la realidad de estos jóvenes que sufren cada día más estigma social.

¿De dónde vienen? ¿Cuáles son sus sueños? ¿Por qué vienen? ¿Y qué caminos emprenden? Son algunas de las preguntan que nos hicimos y que les hicimos.

Primero de todo les pedimos que nos explicasen por qué tuvieron que dejar precozmente su infancia para iniciar un viaje que acabaría con ella. Les preguntamos sobre sus respectivos países y sobre sus situaciones personales. El resultado es que no hay dos historias iguales, pero si hay factores similares que entran en juego a la hora de tomar la decisión de abandonar su país. En esta difícil decisión intervienen siempre factores personales relacionados con los sueños y las expectativas de futuro de cada uno. La situación familiar es otro elemento de mucho peso, bien porque no hay familia o porque esta no garantiza correctamente las necesidades del niño, por tener progenitores violentos o ser desestructurada, o bien porque la familia es quien anima y da apoyo al proyecto migratorio de uno de sus miembros. Finalmente, el tercer elemento está relacionado con el contexto socioeconómico y político del país, a menudo caracterizado por altas tasas de desempleo juvenil, escasas oportunidades de formación, empleo precario e inestabilidad política. La interacción de estos tres factores personales, familiares y contextuales arroja luz sobre los motivos que tienen estos adolescentes de arriesgar su vida en lugar de quedarse en su casa.

Las rutas que emprenden son varias, pero todas muy peligrosas. Y las que escogen estos jóvenes no son especialmente las más seguras sino las que tienen más cerca porqué son más baratas o más conocidas. Entre septiembre de 2015 y diciembre de 2016 murieron 388 personas en las costas españolas. La ONG Caminando Fronteras estima que el 31% de ellas fueron menores: 122 niños, niñas y adolescentes. Afortunadamente muchos consiguen llegar a su destino, en 2017, 2.177 menores llegaron solos a las costas andaluzas (270.24 % más que en 2016) y 1.489 lograron llegar a Catalunya.

Pero haber llegado no pone fin a sus problemas.

1.489 sueños, 1.489 historias, 1.489 caras tropiezan con un único sistema, un sistema muy rígido que ya no permite soñar.

No hay un solo camino, ni un solo país, no hay dos sueños iguales...

Si cuando les entrevistamos sus respuestas no fueron unívocas, de la misma manera les tenemos que contestar. Nuestras respuestas a este colectivo se tienen que basar en sus diferencias y adaptarse a cada caso particular. Pero si hay una cosa que seguramente necesitan todos los adolescentes es estar acompañados.

Por eso desde Save the Children lo que recomendamos para mejorar su situación y cumplir con nuestra obligación de protegerlos, es crear la figura del guardián, una persona independiente de la administración que les acompañe desde su llegada hasta su emancipación y vele por sus derechos. Para que de una vez por todas dejen de ser menores no acompañados y puedan ser menores bien acompañados.