SALE DE NUEVO A LA CALLE

El estafador del amor "emborrachó, robó y abandonó" a la abuela de una de sus novias

Albert Cavallé

Albert Cavallé

Vanesa Lozano / Guillem Sànchez

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Albert Cavallé (Barcelona, 1982), conocido como 'el estafador del amor' fue arrestado este domingo al mediodía pero ha vuelto a quedar en libertad apenas 24 horas más tarde. Sobre este hombre pesan una veintena de denuncias presentadas por mujeres que aseguran que han sido enredadas de un modo similar: primero las seduce, después aspira su dinero. Los relatos de las víctimas describen a un hombre capaz de cualquier cosa para costearse su adicción a drogas, hoteles y prostitutas de lujo

"No es un embaucador simpático"

"No es un embaucador simpático", es un personaje que "te anula" y que "no tiene reparos en hacer daño a tu familia para salirse con la suya". Alicia habla por primera vez con EL PERIÓDICO (bajo un nombre falso aunque muestra su rostro en una fotografía) porque necesita dejar claro el daño que hace el estafador del amor. Ella es una artista catalana de 35 años que se dedica a la moda. Conoció a Cavallé en mayo del 2017 en la página de contactos Badoo y salieron juntos durante cuatro meses. Según su denuncia, presentada el pasado julio, le ha estafado 50.000 euros de una herencia que le dejó su abuelo materno al morir en el 2001. "Él sabía que yo tenía pasta, era como un bomboncito para él". La mujer, que por su profesión guardaba en casa varias colecciones de gafas de sol y zapatos de alta gama, también denunció a Cavallé por varios robos de material. Incluso llegó a desaparecer su "bicicleta eléctrica".

Decidió romper la relación con él cuando descubrió a qué destinaba su novio el dinero que le pedía: "Un día se dejó el móvil olvidado en casa y se lo miré. Descubrí, al menos, diez mensajes con prostitutas". Cavallé intentó excusarse "diciendo que tenía un problema, que estaba enganchado a las putas" y, según el relato de Alicia, acabó chantajeándola para que le entregara 6.000 euros más: "Me dijo que le perseguían unos colombianos a los que debía pasta. Me robó dos discos duros y un bolso y, para devolvérmelos, me obligó primero a acompañarle al banco". Durante ese chantaje, Alicia asegura que Cavallé también la "agredió" en la sucursal bancaria, después de que ella intentara recuperar su bolso sin pagarle lo que pedía.

Robó y abandonó a su abuela

El episodio más "doloroso" para Alicia ocurrió el 17 de agosto, el día de los atentados de Barcelona. "Aprovechó el caos" de aquella jornada para embaucar a la abuela de Alicia, "de 86 años". Albert engañó a la anciana haciéndose pasar "por un amigo de su familia". Según la denuncia policial, "la citó en un bar con la excusa de ayudar a una persona paralítica", consciente de que la abuela respondería a esa petición. Una vez allí, "la emborrachó, le rompió el bolso y, en un descuido, le robó unos 300 euros, el DNI, las llaves de su casa y el móvil". Luego la dejó "tirada y desorientada a unas cinco calles de donde estaba", explica Alicia, que acudió con su abuela a comisaría para denunciar el robo. Y añade: "Cuando los Mossos le mostraron fotografías de Cavallé a mi abuela, ella lo reconoció sin dudar". 

Un caso mediático pero no judicial

El 'caso Cavallé', mediáticamente, es grande. Pero policial o judicialmente no lo es. A pesar de que el abogado de 17 de sus víctimas estima que el dinero sustraído supera los 100.000 euros y que el daño emocional que provoca a las mujeres es preocupante, no existe una causa judicial única. Todas las denuncias han tomado rutas distintas y cada juez las instruye por separado, como hechos desconectados. Tampoco existe ninguna unidad de los Mossos que esté investigando todas sus andanzas. Es decir, al sistema no le consta la envergadura de Cavallé, que si entra y sale de la cárcel a menudo es, simplemente, porque no acude a las citaciones judiciales que recibe.

El juzgado número 13, uno de los muchos que han recibido denuncias de alguna de sus víctimas, ha sido el último en ordenar su arresto porque se encontraba en paradero desconocido. Hace poco más de un mes, Cavallé fue también detenido por los Mossos en cumplimiento de otra orden dictada por otro juzgado. 

"Sigo yendo por la calle y yendo a mis hoteles"

Albert Cavallé, tras saber que había sido denunciado por una de sus víctimas, le envió a esta por whatsapp un audio amenazante en el que, además, se reía de su situación judicial. "Yo sigo siendo por la calle" y "a los hoteles". El estafador del amor, al parecer, llevaba razón en parte porque la dispersión judicial, de momento, no le mantiene entre rejas. Sin embargo, también se equivocaba porque el eco mediático le ha convertido en un personaje conocido. Un vecino anónimo de Barcelona le reconoció este domingo y dio aviso a la Guardia Urbana, que lo ha detenido por segunda vez en poco más de un mes.