El cantante israelí David Broza diseña una guitarra española para un millón de niños en situación de vulnerabilidad

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TEL AVIV, 6 (De la enviada especial de Europa Press, Laura Ramírez)

El cantantautor israelí David Broza ha creado la ONG 'One million guitars' que tiene como objetivo distribuir un millón de guitarras españolas, con diseño del propio Broza, entre niños en situación de necesidad de todo el planeta, comenzando por EEUU y Oriente Próximo.

"Los niños van a tener su propia guitarra para poder empezar a tocar pero a través de eso conocerán el alma de sí mismos y lo que vale el arte que es el futuro de todo", explica Broza en declaraciones a los medios desde Tel-Aviv.

Broza, que vivió una parte de su juventud en España, donde grabó algunos discos en castellano, y que en la década de los 80 versionó en hebreo las canciones de Joan Manuel Serrat, explica que se ha lanzado a este proyecto junto a dos amigos para inspirar a las futuras generaciones y para que mejoren el mundo.

El proyecto consiste en ofrecer durante los próximos cinco años becas de estudios junto al instrumento y un libro de iniciación de forma que los menores que no pueden permitirse acceder a este tipo de estudios, puedan recibir una formación musical. Además, tendrán acceso a material 'online' como vídeo tutoriales de prestigiosos artistas.

La guitarra que ha diseñado Broza es, según asegura él mismo, "especial" y, sobre todo, "muy española", con una característica que la distingue de cualquier otra: la boca del instrumento tiene forma de corazón. Por el momento, las mil primeras guitarras se repartirán entre niños en situación de necesidad en EEUU y otras 500 en Oriente Medio, aunque también espera llegar a Latinoamérica y Europa.

Estos instrumentos también llegarán a los niños palestinos, con los que el cantautor israelí trabaja desde hace cinco años. "Yo trabajo en Jerusalén oriental desde hace 20 años y estoy conectado con niños en los campamentos de refugiados y con artistas palestinos. Así, con guitarras y con arte, estos niños no están en la calle aburridos tirando una piedra a un soldado y acabando en la cárcel a los 13 años. Yo quiero mantenerles en casa haciendo cosas, como cuando yo era niño", señala.

Broza asegura que tocar la guitarra le cambió la vida, pues con ella nunca se ha sentido solo y ha podido expresar todos sus sentimientos, desde la felicidad, hasta el enfado, pasando por el amor. Por ello, quiere que a cada niño que sostenga esta guitarra en sus manos, le cambie la vida.

"Mientras esté en sus manos esta guitarra, no lo estará un teléfono o un arma", subraya en un vídeo publicado en la web de la fundación 'www.onemillionguitars.org'.

Así, los impulsores del proyecto quieren dar a los niños y adolescentes la oportunidad de "mostrar la mejor versión de sí mismos" y de unirse "en un coro global de crecimiento personal, potencial, diversidad y paz".