Alma Guillermoprieto: "No se me ha acabado la curiosidad por el mundo"

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La mexicana Alma Estela Guillermoprieto, que ha obtenido hoy el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades de 2018, asegura a Efe que no se le ha acabado la curiosidad por el mundo después de 40 años de periodismo, en los que ha contado sobre todo la realidad de Iberoamérica.

En conversación telefónica desde Bogotá, donde vive, Guillermoprieto confiesa que ha recibido la noticia del premio "asombrada", porque es algo "muy grande, inmenso y absolutamente inesperado". "Todavía estoy asimilando el impacto y lo que significa", un premio que es un estímulo para vivir, trabajar y escribir, ha admitido.

Sobre sus 40 años de "oficio", como ella dice, más que un reportaje o historia que la hayan marcado, está "el impacto de un continente" a lo largo de cuatro décadas.

"Estoy pensando mucho en Nicaragua, porque allí empecé, y lo que sucede hoy en día allá es terrible y circular", explica en alusión a los muertos en las protestas ciudadanas de los últimos días contra el gobierno del presidente de ese país centroamericano, Daniel Ortega.

La insurrección nicaragüense de los años setenta fue su primera experiencia como reportera. Fueron momentos de "esperanza inmensa", pero también hay épocas de retroceso, y estamos en una de esas", comenta la periodista, que firma como Alma Guillermoprieto.

"Yo no iba para reportera -cuenta-. Cuando estaba en Nicaragua reporteando, jamás se me ocurrió que eso iba a ser mi vida".

Pero siempre había otra historia que contar, y luego otra y otra. "Historias maravillosas, incluso por lo terrible, cosas de las que hay que asombrarse y hay que contar", argumenta.

Sobre su experiencia de reportera para gran cantidad de medios anglosajones, señala que, en la medida de lo posible, ella ha tratado de comunicar la realidad de Iberoamérica: "Estados Unidos e Inglaterra han sido enormemente generosos conmigo y con lo que yo digo", reconoce.

Asimismo, señala que también hay que admitir que el interés de EE.UU. por América Latina se acabó con los atentados yihadistas del 11 de septiembre de 2001. "Estados Unidos está obsesionado consigo mismo y con razón", dice.