droga en auge

Narcotorres: los traficantes ocupan casas de urbanizaciones para cultivos 'indoor' de marihuana

Las organizaciones criminales han hallado en los domicilios abandonados en zonas residenciales un lugar ideal para ocultar plantaciones

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Guillem Sànchez

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La Guàrdia Municipal de Maçanet de la Selva (Girona) se topó la semana pasada con una montaña de terrones abandonados en el bosque de su población. Eran los bloques de tierra de los tiestos que alguna organización había desechado después de haber hecho la cosecha de una plantación de marihuana indoor. No supuso ninguna novedad para el jefe de este cuerpo de vigilantes, Jordi Nogueras, que explica que se trata de un hallazgo cada vez más frecuente. También de un síntoma que prueba el crecimiento exponencial de organizaciones criminales que ocupan casas abandonadas de urbanizaciones de Girona para esconder en su interior plantaciones industriales de cannabis. Algo que los Mossos d'Esquadra del Área de Investigación Criminal (AIC) de Girona han confirmado en operaciones como las que llevaron a cabo en el caso Selva Interior.

En Girona hay varios municipios con urbanizaciones que superan en tamaño al núcleo del pueblo. Ocurre en Caldes de Malavella o en Maçanet de la Selva, por ejemplo. En Residencial Park, sin ir más lejos, hay más de 2.000 parcelas. La crisis económica, y las ejecuciones hipotecarias que la siguieron, han provocado que muchas de estas casas se hayan quedado vacías. "La vigilancia indirecta de los vecinos es uno de los mecanismos de control" que se ha perdido a causa de la despoblación de las urbanizaciones, explica Nogueras. 

Los vigilantes municipales no intervienen directamente contra el narcotráfico, aclara Nogueras, que, sin embargo, también explica que son frecuentes las solicitudes de ayuda que recibe por parte de los Mossos d’Esquadra, la Guardia Civil o el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) para poder localizar torres dentro del laberinto que suponen estas urbanizaciones.

Las casas abandonadas de las urbanizaciones, según explica el inspector de los Mossos Josep de Monteys, se han convertido en un emplazamiento tan recurrente como lo son las naves industriales. Son espacios en los que se pueden montar instalaciones sofisticadas de marihuana que se conectan ilegalmente a la red eléctrica. En realidad, Fecsa-Endesa es un aliado interesante para detectar su existencia. El problema es que, para localizarlas, las mediciones deben hacerse in situ y eso es algo que conocen las organizaciones criminales, que para burlar los controles sorpresivos, han optado por activar la instalación durante la franja nocturna, cuando estos son más infrecuentes.

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