VOCACIÓN A LA BAJA

Conferencia Episcopal, alarmada por la "escasez extraordinaria" de seminaristas

Blázquez, presidente del episcopado español, al leer ayer la declaración de comisión permanente.

Blázquez, presidente del episcopado español, al leer ayer la declaración de comisión permanente.

Manuel Vilaseró

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Las alarmas se han disparado este año entre los obispos por la fuerte caída el número de nuevos sacerdotes. El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Ricardo Blázquez, lo ha verbalizado este lunes al advertir de la "escasez extraordinaria" de vocaciones al sacerdocio en España, hecho que achaca a la falta de continuidad en la formación cristiana, al "enfriamiento cristiano" en familias y colegios y a la "marea de la secularización".

La falta de vocaciones es una preocupación latente en el episcopado desde hace más de dos décadas, pero los últimos datos han puesto de relieve un agravamiento de la situación. Durante 2017 se ordenaron tan solo 109 sacerdotes, la cifra más baja de la historia. El anterior récord negativo se registró en 2014, cuando se ordenaron 117 nuevos curas. Al año siguiente la cifra volvió a crecer, con 150. En el 2016, con 138, volvió a bajar pero nunca se había rozado el centenar. Durante la primera década del siglo, la cifra rondaba siempre los 200 nuevos cura al año.

"Desde hace mucho tiempo venimos padeciendo una penuria seria de vocaciones para el ministerio presbiteral. Si hace varios decenios la abundancia era extraordinaria, actualmente la escasez es también extraordinaria", ha lamentado Blázquez durante su discurso inaugural de la 111 Asamblea Plenaria de la CEE, que se celebra hasta el próximo viernes en Madrid y que tiene la falta de persona como uno de los puntos clave a analizar.

Seminarios innecesarios

Aquella abundancia en el pasado, ha recordado el arzobispo, impulsó a la construcción de muchos seminarios, que "poco tiempo más tarde no fueron necesarios" porque "la floración vocacional no aconteció como por generación espontánea". "Antes y ahora diversos factores religiosos y socioculturales han influido en aquella abundancia y en la presente penuria; esta situación ya prolongada nos interroga sobre una debilidad de fondo", ha apostillado.

Sin un "ambiente religioso-cultural" se torna más difícil ser cristiano y, por supuesto, ser cura. Y la Iglesia, tal y como está montada, no puede sobrevivir sin sacerdotes. 

Ante esta "situación precaria" de falta alarmante de cuadros, la Iglesia va poniendo parches, sobre todo, reconfigurando su red geográfica parroquial y reuniendo a estas últimas en conjuntos de parroquias llamados "unidades pastorales", atendidas por "equipos ministeriales", compuestos por curas y laicos.

Las consecuencias de "esta carestía larga y dura" son evidentes: "descenso del número de presbíteros y media de edad cada vez más alta; la "tentación de cubrir la falta de vocaciones con soluciones improvisadas y atajos arriesgados" o un marco formativo de los futuros curas que deja mucho que desear.

A pesar de la alerta, Blázquez ha pedido precisamente que no se busquen esos atajos "arriesgados" para compensar esta falta de vocaciones. "No debemos ser proselitistas" ni "reclutadores de personal para nuestras obras", ha advertido.

Campaña de tono 'empresarial'

Con motivo de la jornada mundial por las vocaciones, la Conferencia Episcopal Española sí ha optado por una fórmula publicitaria 'arriesgada'. Su campaña, bajo el lema 'Tienes una llamada', avisa a los jóvenes de que pueden recibir la llamada del "jefe más importante del mundo, que les ofrece trabajar en una compañía con presencia internacional, que siempre cotiza al alza y que afronta desafíos para cambiar la vida de muchas personas".