rectificación papal

El Papa admite que se equivocó en el principal escándalo de pederastia en la Iglesia chilena

Francisco defendió a capa y espada a un obispo acusado de tapar los abusos sexuales de un sacerdote

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El Papa ha pedido perdón y ha reconocido haber cometido "graves equivocaciones de valoración" en el caso que ha implicado al obispo de Osorno, Juan Barros, por haber supuestamente encubierto los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima. "En lo que me toca, reconozco que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada", ha señalado el Pontífice.

La cerrada defensa que Francisco hizo de Barros en su reciente viaje a Chile causó indignación en muchos chilenos. "El día que me traigan una prueba, voy a hablar. No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia", dijo Jorge Bergoglio en su único instante de enojo. Barros es señalado como encubridor de Fernando Karadima, el cura de los ricos capitalinos que tuvo que ser apartado de sus funciones debido a la ola de denuncias en su contra. El 'caso Karadima' corrió el velo de lo que no se quería ver. Un simple párroco había acumulado en su momento un poder tal que le permitía operar con total impunidad. Se le ha comparado con Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo. Y Barros siempre estuvo a su lado. El respaldo que recibió del Pontífice no solo vino de las palabras sino de los actos: estuvo en un lugar de privilegio en las tres misas masivas oficiadas por Francisco. Para muchos de los vejados fue una señal indigerible.

Francisco hace ahora contrición en una carta dirigida a los obispos chilenos en la que los convoca a Roma para dialogar sobre las conclusiones que monseñor Charles Scicluna sacó durante su paso por Chile y tras entrevistarse con distintas partes de la Iglesia y con víctimas de Karadima.

Sobre este encuentro, del que no se ha precisado la fecha ha señalado: "He pensado en dicho encuentro como en un momento fraternal, sin prejuicios ni ideas preconcebidas, con el solo objetivo de hacer resplandecer la verdad en nuestras vidas. Sobre la fecha encomiendo al secretario de la Conferencia Episcopal hacerme llegar las posibilidades".

El Papa también ha pedido perdón "a todos aquellos a los que ofendí y espero poder hacerlo también personalmente, en las próximas semanas, en las reuniones que tendré con representantes de las personas entrevistadas".

La misiva ha sido publicada de forma simultánea por la oficina de prensa del Vaticano en Roma y por la Conferencia Episcopal de Chile después de que el Pontífice recibió el informe elaborado por monseñor Charles Scicluna en su viaje a Chile para investigar y recoger testimonios sobre las acusaciones contra el obispo Barros.