reivindicación

El 'Comando Murcia' suma 200 noches de protesta contra el muro para el AVE que divide la ciudad

Protesta ante el muro de las vías del AVE en Murcia

Protesta ante el muro de las vías del AVE en Murcia / periodico

Nacho Herrero

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Cada noche, y este viernes se cumplen 200 seguidas, en el paso a nivel de Santiago el Mayor, en el sur Murcia, se repite una desconcertante escena. Pasadas las ocho comienzan a arremolinarse algunos vecinos a los lados de un paso de cebra junto a unas vías que sueñan desde hace décadas con soterrar y que ahora amenazan con encerrarles a ellos. Comentan sus cosas mientras comen pipas. Todo parecería normal si no hubiera seis furgonetas de antidisturbios.

De repente, alguien cruza y otros le siguen. Llegan a una acera, se dan la vuelta y vuelven a cruzar. Pasan los minutos y cada vez son mas. El intenso tráfico de Pio XII se para por completo. Protesta de barrio, métodos de barrio. Una pareja de municipales empieza a desviar a los coches unos metros más atrás y delante la Policía Nacional cruza dos furgonetas para que nadie acceda a las vías. En el paso de cebra, abrazos y cánticos de algunos miembros del ‘Comando Murcia’, como les han llamado. Todo parecería mentira si no fuera verdad.

Celebran que siguen luchando, que ya es, pero van perdiendo. El enorme esqueleto de una pasarela ya muy avanzada en su montaje se lo recuerda. El problema ahora ya no son las vías, ni que durante todo el día cada 10 o 15 minutos se bajen las barreras y haya que esperar a que pase el tren. Ahora su drama es el muro de metacrilato de unos cinco metros de altura que empieza a salpicar muchos trozos a ambos lados de las traviesas y que en pocos meses se acabará de cerrar y dividirá físicamente la ciudad, afectando de manera directa a cerca de 100.000 personas. Quien quiera pasar andando tendrá que subir y bajar casi un centenar de escalones o esperar el ascensor. Quien quiera ir en coche o en bici deberá desviarse un par de kilómetros. Todo, para que el AVE llegue al centro de Murcia antes de las elecciones del 2019.

29 años de lucha

"Esto empezó el día 12 de septiembre", explica Joaquín Contreras, profesor jubilado y presidente de la Plataforma Pro Soterramiento de las VíasPlataforma Pro Soterramiento de las Vías. "Bueno no, llevamos desde 1989", rectifica. Recuerda cómo en el 2006 creyeron haber ganado cuando las tres administraciones firmaron un pacto para enterrar casi ocho kilómetros de vías por 195 millones de euros. "Pero en el 2010 estalla la burbuja, se pierden las perspectivas de especular y queda olvidado", rememora. Para cerrar los antecedentes apunta cómo en el 2012 la entonces ministra de Fomento Ana Pastor y Rafael Cataláentonces secretario de Estado de Infraestructuras, convencen a Ramón Luis Valcárcel, presidente en aquella época de la Región de Murcia, "de que había que traer el AVE y que ya se soterraría cuando hubiera dinero".

La Audiencia tiene la palabra

Para acelerar plazos, se modificó el proyecto anterior y para tratar de contener las críticas se anunció primero un soterramiento de 500 metros y luego del doble. Esa 'limosna' puede ser clave pues una denuncia en la Audiencia y un escrito en la Fiscalía, además de cuestionar si la declaración de impacto ambiental estaba caducada, apuntan que la modificación el proyecto obligaba a un nuevo concurso en vez de una nueva adjudicación a dedo a la concesionaria. Todos asumen que los tribunales son su última baza. 

La última promesa es que el soterramiento estará en un par de años y Adif presume de haber empezado ya. "Pero lo han hecho fuera de la zona de los 1.113 metros", remarca Contreras. "Y si fuera verdad, ¿no pueden esperar dos años para que llegue el AVE al centro? Pueden dejarlo mientras en Beniel [el municipio anterior], donde hay una estación nueva construida en la que solo tienen que subir los andenes un palmo", lamenta.

"No tienen credibilidad y nos están pidiendo actos de fe y ya estamos cansados", dice a su lado Pedro, que cruza las vías ocho veces al día, y dispara: "¿Quién a las once de la noche se mete en el ascensor para que le atraquen o, si eres una niña de 12 o 13 años, para que te violen?".

De la acampada a las cargas policiales

Para seguir con la presión en septiembre montaron una acampada allí mismo. "Fue la semilla, se tomó conciencia de que había que salir a la calle", asegura Contreras. Y vaya si lo hicieron. Durante tres días, del 12 al 14 , cortaron las vías y las imágenes de las cargas policiales para desalojarlos hicieron global su lucha.

Pocos días después se recrudecieron los disturbios. "Fue gente que vino de fuera y que en hora y media desmontó el trabajo que habían hecho en un mes en el muro. Eso fue delante de los policías y no intervinieron", critica. Pero desde entonces viven en un estado policial. "Es absolutamente desproporcionada su presencia. Nos tratan como a terroristas, ni en los tiempos más duros de ETA se ha dado un acoso policial tan grande. El día que empezaron a montar la pasarela aparecieron los policías con metralletas a las siete y media de la mañana", recuerda.

Una manifestación histórica y una ciudad dividida

La plataforma se coronó el 30 de octubre cuando, en una enorme demostración de fuerza, organizó una manifestación  manifestación en la que apuntan que juntaron a 50.000 personas. Pese a ser lo nunca visto en Murcia reconocen que hay división de opiniones en la ciudad. "Es el norte contra el sur", dice Paco, otro miembro. "Es la Murcia rica contra la pobre", puntualiza Pedro. "La clase pudiente sí quiere el AVE porque piensan que lo van a utilizar", tercia Contreras. "Pero es un porcentaje pequeño y da un garrotazo enorme al ferrocarril del pueblo, al Cercanías", recalca.

El apoyo de las redes…y de Catalunya

La intimidación policial se ha completado con numerosas multas, algunas "por comer pipas en actitud desafiante". Suman ya más de 30.000 euros en sanciones pero con una campaña de mecenazgo han recaudado unos 16.000. "En las redes no damos abasto", reconoce Antonio, su responsable, que afirma que "el barrio se ha unido en la lucha" y advierte de que si pierden "se creará un gueto".

Cuenta ilusionado que el día 7 vendrán cerca de 400 personas desde Catalunya, lo que ha provocado que el PP sume a los independentistas a la conspiración en la que ya había metido a Podemos. "No recibimos consignas de nadie. A quien viene no le pedimos el carnet del partido. El protagonismo es de los ciudadanos. El que venga sin idea de quitarnos protagonismo es bienvenido", cierra Contreras.