el operativo policial

Así ha sido la detención de Ana Julia Quezada

Manuel Vilaseró

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Ana Julia Quezada ha llegado a negar su relación con el crimen de Gabriel Cruz incluso en el momento en que las fuerzas de seguridad han abierto el maletero del coche que conducía y, tras levantar una manta, ha aparecido el cuerpo sin vida del pequeñoSus primeras palabras han sido que alguien le había colocado el cadáver ahí sin que ella lo supiera, porque venía de la playa. No sabía en ese momento el exhaustivo seguimiento que le habían realizado hasta entonces.

Según ha revelado un agente, Ana dejó a su actual pareja, Ángel Cruz, en un hotel y que de ahí ella se fue en el vehículo hasta una finca de la familia. Los agentes, escondidos, tomaron fotografías y videos de todo cuanto hacía. Ya llevaba en la manos la manta en la que después sería encontrado envuelto el cadáver de Gabriel. Desde la distancia, no pudieron asegurar con certeza qué envolvía en la manta, así que han mantenido el operativo de seguimiento.

Declaración el viernes

Otro guardia civil ha explicado que la detenida fue interrogada el viernes por los investigadores. Sospechaban de ella y, para ponerla nerviosa, ha relatado, le tomaron declaración ese día. Esa treta fue ideada porque unas cámaras de seguridad habían captado la matrícula de un coche conocido y así se lo hicieron saber. La mujer se ha visto acorralada y ha sido cuando este domingo ha decidido sacar el cuerpo de donde supuestamente lo había escondido.

La policía cree que el cadáver del pequeño fue lanzado al pozo de donde lo ha sacado Ana Julia Quezada desde el primer día, cuando Gabriel fue secuestrado. Sin embargo, siguen investigando si fue la mujer sola o actuó con la ayuda de otra persona.

"Abra el maletero"

Las fuerzas de seguridad han decidido intervenir cuando Ana estaba a punto de entrar en el párking de un edificio en Víjar. Entonces, han rodeado el vehículo y le han pedido que abriera el maletero. Al parecer, lo ha hecho ella. Lo primero que se veía era la manta. Uno de los agentes la ha levantado y ahí estaba Gabriel, cubierto de barro.

Ha sido entonces cuando Ana ha tratado de improvisar una última y deseperada coartada, la de que no sabía qué hacía el niño en el maletero. Ha sido un momento de gran tensión. Algunos de los presentes han roto a llorar de rabia y uno de los policías ha dado un fuerte golpe contra el cristal del coche. Según algunos vecinos que han podido seguir desde las ventanas de sus domicilios aquella escena, algunos agentes de paisano se han derrumbado emocionalmente y se han abrazado al saber que el pequeño estaba muerto. Ana ha sido detenida y esposada sobre el capó, como se puede ver en un vídeo grabado desde un balcón de un piso cercano al lugar de los hechos.