Un incendio arrasa la planta superior de la sede central de Bombers de la Generalitat

Un incendio ha arrasado la parte superior de la sede central de los Bombers de la Generalitat, el parque de Cerdanyola. El fuego ha calcinado por completo la tercera planta, lugar en el que se alojan los equipos especiales de intervención, como el GRAE y el GRAF. En este piso se guarda también la documentación relacionada con la gestión del cuerpo porque se encuentra la Divisió de Planificació y la Auditoria de Serveis.

El incendio se ha declarado de madrugada, a las dos y media. Ha resultado posible controlarlo a las cuatro de la madrugada y extinguirlo a las siete de la mañana. Precisamente este jueves, 8 de marzo, es el día del patrón de los bomberos. El fuego, además, ha coincidido con una salida de la dotación principal destinada al parque, que se encontraba lejos de la base, apagando contenedores que ardían. En el parque, aunque quedaban más bomberos, no han podido hacer nada contra un incendio que se ha apagado con la ayuda de 17 camiones.  No ha habido ningún herido dado que esta planta es de oficinas y, a esa hora, estaba completamente vacía. 

Las llamas han abrasado por completo la planta superior pero no han afectado la planta inferior, donde se encuentra la sala central desde la que se gestionan las emergencias para todo Catalunya. Fuentes de Interior han subrayado que toda la documentación calcinada se encuentra digitalizada y que las pérdidas son sobre todo "sentimentales". El normal funcionamiento del cuerpo no debería verse afectado, tranquilizan. 

Los Mossos d'Esquadra se han hecho cargo de una investigación que deberá concluir si el fuego que ha calcinado la planta noble del parque central de los Bombers ha sido accidental, o provocado. De momento, sin embargo, ni Bombers ni Mossos han hallado, oficialmente, ningún indicio que acredite que es de origen intencionado. Esta sede está ubicada en un edificio antiguo, tan obsoleto que no resulta descabellado que sea de naturaleza acciental.

Las primeras pesquisas apuntan a que las llamas estuvieron ardiendo a baja intensidad durante un buen rato, hasta que se rompió una de las ventanas y, la entrada repentina de oxígeno, aceleró la combustión que ha dejado sin techo el parque central de los Bombers. 

El propio cuerpo ha informado de la actuación en su sede.