DISCRIMINACIÓN SEXUAL

Francia quiere acabar con la brecha salarial en tres años

Las empresas que mantengan diferencias en la remuneración de hombres y mujeres serán sancionadas

La ministra francesa de Trabajo, Muriel Pénicaud.

La ministra francesa de Trabajo, Muriel Pénicaud. / periodico

Eva Cantón

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Cuando llega fin de mes, una trabajadora francesa cobra de media un 9% menos que un colega masculino que haga su misma labor. Esta diferencia en la nómina puede llegar a ser de hasta el 24%. El Gobierno francés quiere eliminar esa persistente brecha salarial y se da un plazo de tres años para lograrlo.

En vísperas del Día Internacional de la Mujer, el primer ministro, Edouard Philippe, se reunió con los principales agentes sociales para presentar el plan con el que se quiere llegar a este ambicioso objetivo. Para empezar, a partir del 2022 se sancionará a las empresas que mantengan diferencias de remuneración de forma injustificada, una multa que podría llegar a ser de hasta el 1% de la masa salarial. Esta medida formará parte del paquete de reformas sociales que la ministra de Trabajo, Muriel Pénicaud, llevará al Consejo de Ministros a finales de abril.

"A igual trabajo, igual salario. Seremos intransigentes. No vamos a tener que justificarnos por aplicar la ley", ha explicado Pénicaud en el diario ‘Le Figaro’. La ministra se apoya en estudios de la OCDE y del Fondo Monetario Internacional para argumentar que la igualdad salarial no es solo una cuestión de equidad sino que mejora la productividad de las empresas, porque las hace más fuertes, más atractivas y más innovadoras.

"Queremos suprimir de manera prioritaria esa brecha misteriosa que es puramente discriminatoria", prosigue. Una de las dificultades para acabar con ella es que muchas compañías mantienen una total opacidad en materia salarial, de contratación y de promoción. Por eso, se contempla aplicar una metodología común, con indicadores claros, y obligar a las empresas a presentar sus resultados en materia de igualdad salarial con absoluta transparencia.

Control

Medir la brecha en cada tipo de puesto laboral será obligatorio a partir del 2019 para las empresas de más de 250 trabajadores, y en el 2020 para las de entre 50 y 250. Además, en la negociación anual sobre la revisión salarial deberá incluirse una cantidad destinada a incrementar el sueldo de las mujeres, para que se iguale paulatinamente al de los hombres.

Los inspectores de Trabajo tendrán más tarea. Se intensificarán los controles y de los 1.700 anuales que se hacen ahora se pasará a 7.000 solo para comprobar que se cumple la igualdad salarial. Además, las compañías tendrán que hacer público el desfase de sueldos a partir del año que viene. La ministra confía en que la mala imagen de mantener diferencias inexplicables ligadas al género animará a muchas empresas a cumplir la ley. "Ni siquiera será necesario denunciar. La transparencia hará que las cosas se muevan", agrega.

Techo de cristal interior

Como en otros países, en Francia la desigualdad laboral obedece a múltiples factores –el 80% de los contratos a tiempo parcial los ocupan mujeres y en el caso de las diplomadas el desfase salarial es aún mayor- y la titular de Trabajo explica que, a menudo, la discriminación es inconsciente porque es fruto de años de sexismo ordinario en los que se daba por hecho que el sueldo de la mujer era solo una ayuda al de los hombres.

Existe también un "techo de cristal interior", sostiene Pénicaud, que impide a las mujeres negociar mejor sus condiciones cuando van a ser contratadas o pedir un aumento a mitad de carrera, porque se consideran menos legitimadas para hacerlo. Luego, están los mitos sobre las ausencias laborales debido a la maternidad. "Es totalmente falso. ¿Qué son tres meses en cuarenta años de carrera? Las madres que trabajan son extremadamente organizadas".