EMBAUCADOR DE MUJERES

"Se gastó mis ahorros en putas, coca y hoteles de lujo"

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Vanesa Lozano

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Se hace llamar Tito, Mike, Kyle... y se presenta en redes sociales y páginas de citas como abogado, alto ejecutivo o agente inmobiliario de Barcelona, pero su verdadero nombre es Albert Cavallé Ortín, no tiene oficio conocido y acumula denuncias por hurto, estafa, apropiación indebida y coacciones desde hace cinco años. Ahora, 23 mujeres se han unido para frenar a este catalán, de 36 años, contra el que ya pesan órdenes de búsqueda y captura de juzgados de la Ciudad Condal, Pamplona y Bayona (Francia). Lo hacen con ayuda de la empresa de reputación online OnBRANDING.

Una de las chicas, que se hace llamar María para preservar su verdadera identidad, denunció a Cavallé en mayo del 2016 y explica así a EL PERIÓDICO el engaño del que fue su novio durante seis meses: “Lo conocí en diciembre deL 2015 en Pof, un portal de internet para buscar pareja. Se describió como un niño de papá, guapo y deportista, que trabajaba en una importante empresa familiar dedicada a invertir en otras entidades catalanas”.

Supuesta deuda con Hacienda

La mujer, de 34 años y residente en Barcelona, empezó a salir con Cavallé y pronto acabaron viviendo juntos. Entonces, según recuerda, llegaron los problemas. “Me dijo que, en ocasiones, los negocios de su padre bordeaban los límites legales, que Hacienda les había pillado y les había cerrado la empresa y necesitaba dinero para pagar las multas y los abogados”.

Según la denuncia presentada por su abogado, Diego González Blesa, ante el grupo de estafa de los Mossos d’Esquadra, María, que entonces pensaba que estaba ayudando al hombre que la “enamoró” en una situación “de vida o muerte”, fue entregándole distintas cantidades, hasta llegar a 60.000 euros. Según averiguó luego la mujer, el dinero sirvió para sufragar “el alto tren de vida” del presunto estafador: “Se gastó mis ahorros en putas, coca y hoteles de lujo”, lamenta.

El juzgado de instrucción número 28 de Barcelona, que investiga el caso, tiene en su poder fotografías y vídeos que el propio Cavallé grabó durante sus dispendios.

Cambio de actitud

Ese fue solo el comienzo de su engaño, según se desprende del escrito: “Cuando [Cavallé] se hubo apoderado de todos los ahorros de la denunciante, cambió de actitud y empezó a mostrarse muy agresivo y amenazante, obligándola a firmar una serie de préstamos bancarios a nombre de ella, pero incluyendo él su número de teléfono y su email para que, una vez concedidos, los bancos no pudiesen contactar con ella”.

De acuerdo con las pruebas aportadas por María, a Cavallé el dinero nunca le parecía suficiente. Días antes de que la mujer acudiera a la policía, varias entidades financieras contactaron con ella para reclamarle una deuda por supuestos créditos (79 en total, según la denuncia) que la chica nunca contrató. Los Mossos averiguaron que el presunto embaucador había pedido dichos préstamos por teléfono, suplantando la identidad de su novia. Así lo demuestra una grabación de voz en la que Cavallé habría tratado de imitar la voz de María para conseguir el dinero.

La mujer decidió investigar a su pareja y encontró respuestas en su ordenador: “Estaba plagado de fotos de otras víctimas. Una de ellas le había escrito: 'Qué pasada que aún sigas robando a chicas'. Otra chica se puso en contacto conmigo”.

Desaparición y a por otra

La mujer le pidió explicaciones. Entonces, según denunció la chica, él la amenazó para que no lo delatara a la policía: “Tú te callas, aquí se hace lo que yo digo o te vas a enterar. Como digas algo a alguien te acordarás de mí”. Luego, intentó justificarse reconociendo parte de su engaño a María, siempre según el relato de la denunciante: “Me explicó que sufría una grave adicción a la cocaína y que en los últimos años había simulado tener relaciones con mujeres de las que obtenía todo el dinero que podía para sufragar su adicción, y que a mí me lo devolvería todo”.

El supuesto embaucador, ahora en paradero desconocido, también habría reconocido su engaño a un amigo suyo. En un mensaje de móvil aportado por las denunciantes al juez, dio detalles sobre su modus operandi: “Mis palos son más finos, engañando a una niña… te haces medio novio y luego desaparición y a por otra”.