En Málaga

Detenido por poner a la venta la casa donde vivía de alquiler

El estafador presentó un poder notarial falso a una inmobiliaria y logró 12.000 euros en concepto de señal

Coche patrulla de la Policía Nacional

Coche patrulla de la Policía Nacional / MANUEL LORENZO / EFE

El Periódico

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Un hombre de 40 años y nacionalidad italiana ha sido detenido por la Policía Nacional en Torremolinos (Málaga) por haber puesto a la venta de manera fraudulenta dos viviendas, una de ellas donde residía en régimen de alquiler.

Según ha informado este lunes la Policía en un comunicado, el detenido gestionó la venta a través de una inmobiliaria en la que presentó un poder notarial falso en el que el legítimo propietario de los inmuebles le autorizaba a efectuar la operación.

De esta forma, el sospechoso logró cobrar 12.000 euros en concepto de señal por la venta de las viviendas, aunque finalmente fue arrestado como presunto autor de los delitos de estafa, falsedad documental y robo con fuerza.

La investigación se inició a raíz de la denuncia que interpuso el propietario de dos inmuebles al conocer que éstas habían sido puestas a la venta sin su consentimiento.

Según expuso, en ningún momento tuvo la intención de vender las viviendas ni tampoco autorizó a nadie para que lo hiciera a través de una inmobiliaria.

Las primeras pesquisas condujeron a los investigadores a una inmobiliaria de Torremolinos donde se realizaron los trámites para la compraventa de las viviendas.

La Policía mantiene que desde la inmobiliaria se habrían limitado a tramitar la operación, recoger la cantidad acordada como señal -12.000 euros- y entregarla al presunto vendedor.

Una vez que los agentes identificaron y localizaron al presunto responsable de la estafa, le arrestaron como responsable de un delito contra el patrimonio y otro de falsedad documental.

En el registro realizado en el domicilio del investigado se intervinieron ocho equipaciones de esquí, 10 palos de golf, 2.100 euros y documentación.

Durante la investigación, los agentes averiguaron que el investigado tuvo acceso al segundo inmueble, ya que se apoderó de las llaves de la vivienda que dejaron puestas en la cerradura los anteriores inquilinos.

Además, determinaron que los efectos que fueron intervenidos en el domicilio del detenido los había sustraído de un trastero propiedad de su arrendador.