Un compromiso radical con la ciencia

Desde el inicio de su carrera, Wagensberg se abrió a otras formas del pensamiento y al público en general

jcarbo19781092 jorge wagensberg180303181904

jcarbo19781092 jorge wagensberg180303181904 / periodico

Pere Puigdomènech

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“Sólo se puede tener fe en la duda” es el título del libro de Jorge Wagensberg que publicó el mes pasado. Es posiblemente una de las mejores declaraciones de principios que puede hacer una persona radicalmente comprometida con la ciencia como él. Es posible que la tradición centroeuropea, que conjuga curiosidad con el ánimo emprendedor, de su familia tuviera algo que ver en su manera poco ortodoxa de enfrentarse con la carrera científica que tuvo desde el primer momento. Licenciado en Ciencias Físicas en 1971 por la Universidad de Barcelona, se interesó por la Física que estudia los procesos alejados del equilibrio, una temática que tiene fronteras con la explicación de la evolución de la materia viva y con la producción artística.

Encerrarse en las fronteras de cualquier tipo no era algo que Jorge Wagensberg pudiera aceptar y por ello desde el inicio de su carrera se dedicó a que la ciencia se abriera a otras formas del pensamiento y se abriera al público en general. Por ello publicó de forma incansable libros y artículos en periódicos y revistas gracias a los cuales se convirtió en una referencia del pensamiento científico en nuestro país. Lo completó con la dirección de la colección Metatemas en la que publicó originales y traducciones de algunos de los textos esenciales del pensamiento científico actual.

Un museo referente de BCN

Es posible que encerrarse en los libros fuera también insuficiente para él y por ello trabajó en organizar un Museo de la Ciencia original para lo que resultó difícil convencer a los organismos públicos de la época. Su calidad convenció a La Caixa de convertirlo en un espacio que es un referente en Barcelona y en uno de los mejores lugares en los que se puede tener una experiencia de la creatividad que la ciencia desarrolla para entender el mundo en que vivimos. Buen amante de la mesa, compartirla con Jorge era siempre un ejercicio refrescante de aquello que él utilizó como título de otro de sus libros: "El gozo intelectual".