EL TABLERO CATALÁN

El Gobierno y el PP se lían con la inmersión lingüística

La ministra de Sanidad  Servicios Sociales e Igualdad  Dolors Montserrat

La ministra de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad Dolors Montserrat / periodico

Gemma Robles / Juan Ruiz Sierra

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El Gobierno ha creado la expectativa de que permitirá la escolarización en castellano en Catalunya a quienes lo deseen el próximo curso, gracias al paraguas que le ofrece el uso del artículo 155 de la Constitución. Con mayor o menor tacticismo, fue un secretario de Estado de Educación quien se encargó de lanzar la bomba, adornada con un «lo estamos estudiando», el pasado jueves. A partir de ahí el asunto fue imparable y ha ido creciendo, en polémica y eco mediático, a pesar de los intentos del titular ministro del ramo, Iñigo Méndez de Vigo, por introducir matices. En La Moncloa y en el ministerio hay dudas sobre cómo podría hacerse con el menor riesgo jurídico. El político es otro asunto, porque el partido está sediento de medidas que puedan servir de acicate para su electorado más conservador, ese que con tanto ahínco le disputa ahora Ciudadanos, especialmente en suelo catalán.

Quizás por eso Dolors Montserrat, ministra pero a la sazón miembro relevante del PPC –la organización popular que más duramente ha sufrido el envite de los naranjas–, cometió ayer un error que subió aún más la tensión durante unas horas. Montserrat abogó en Badalona por «devolver el derecho a los padres a escoger la educación de sus hijos», sugiriendo que el Ejecutivo central contemplaba efectivamente introducir una casilla en la preinscripción escolar que habrá de rellenarse en Catalunya en semanas. «Tenemos muy claro que hay una ley y unas sentencias que se tienen que cumplir, pero sobre todo lo que queremos es proteger el derecho de los padres, porque al final son ellos los que escogen, desde la libertad, la educación de los hijos»,manifestó la titular de Sanidad.

Para los cálculos del Gobierno, que de momento se limita a jugar a la ambigüedad con este delicado asunto (y contemplar como los independentistas lo usan para urgir a Carles Puigdemont a tomar una decisión y enterrar el 155) eso fue ir demasiado lejos. Tanto que desde el área de Educación se optó por corregirla en público sin disimulos.

"Ha sido una confusión"

Así, desde el ministerio que dirige Méndez de Vigo le pararon los pies a Montserrat. «Ha sido una confusión y el tema está como estaba el pasado viernes», aseveraron fuentes del ministerio que dirige Iñigo Méndez Vigo a este diario.  Se insiste en que aún se siguen buscando fórmulas, ya que consideran que hay tiempo y no es sencillo.

Pero en el PP hay prisa. No les sirve con el lenguaje gubernamental, interpretable para todos los gustos. Necesitan munición política con la que defenderse de Albert Rivera. Y creen que esto de convertir el castellano en lengua vehicular, o al menos tratar de apuntarse el tanto de intentarlo, es éxito seguro entre los más conservadores.

En este contexto anunció este lunes la dirección popular en Madrid que van a registrar a través del PPC una iniciativa en el Parlament, a fin de «garantizar» el castellano en la educación catalana. ¿Cuándo?. Cuando se desbloquee la legislatura. Pero lo importante es decirlo ahora, en la pugna con los naranjas, y tomar la delantera en una batalla concreta porque si se desbloquea la legislatura, como se apunta, es bastante probable que aunque el Ejecutivo central llegue a introducir la casilla del castellano en las preiscripciones, no se implemente la medida. Todos los saben.

El PSOE aguarda

El PSOE, mientras tanto, busca su sitio en este embrollo. El  líder Pedro Sánchez ha dejado claro que no apoya que Mariano Rajoy tire para frenar la inmersión de 155, cuyo despliegue él apoyó para «restaurar» el autogobierno y «para nada más». Y los socialistas han hecho llegar a La Moncloa, según supo este diario, su malestar por lo que está dejando ver entre líneas que se podría hacer en el terreno lingüístico gracias a la intervención. En general, las filas están prietas en esta línea. El PSC siempre ha defendido el modelo lingüístico catalán por su  consenso mayoritario.

Sin embargo hay algunos peros difíciles de ocultar: el presidente de Aragón, Javier Lambán, defendió en el último Comité Federal de su partido que el Estado trate de ofrecer garantías de enseñanza en castellano en Catalunya, puesto que cree que la Generalitat lo «maltrata».

Por su lado, Emiliano García-Page (Castilla La Mancha) y Guillermo Fernández Vara (Extremadura), se mostraron favorables a que se atienda a los que reclaman el uso del castellano, aunque afearon al Ejecutivo central que quiera hacerlo con el 155 en mano.

Para comprobar si los socialistas van más allá en su oposición a que Rajoy se aproveche de la situación para meter mano en la Eduación habrá que esperar, parece, a que el Gobierno se aclare. Y aclare a los demás si deja su anuncio sobre la casilla en las preinscripciones en un simple globo-sonda que tuvo el efecto de meter prisa en el mundo independentista o, amparándose en la LOMCE y la sentencia del Supremo, va más allá.