INICIATIVA EN EL BERGUEDÀ

Saldes apuesta por su espectacular cielo nocturno

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Saldes se llega por una carretera de curvas que regala una impresionante vista del Pedraforca. En el primer tramo, ya abandonada la C-16 que sube a Bagà y conecta con la Cerdanya a través del prohibitivo túnel del Cadí, hay que conducir con cuidado porque los desprendimientos dejan piedras sobre el serpenteante asfalto. Una vez en el pueblo, un martes cualquiera, la actividad es más bien escasa. Como muchos municipios de tamaño reducido, este enclave del Berguedà se enfrenta a la lenta desertización humana causada por la emigración rural hacia las grandes concentraciones urbanas. Hay que buscar reclamos que permitan mantenerse. Saldes lo tiene claro: la solución (o una de ellas) está en las estrellas.

El alcalde de la localidad, Moisés Massana, recibe en su despacho, dispuesto a contar de qué manera espera que los astros le echen una mano al pueblo. Aunque antes se impone una previa. Saldes fue el primer municipio, en octubre del 2016, declarado espacio con cielo nocturno de calidad. En concreto, la Generalitat reconoció el mirador del Gresolet, muy cerca del refugio de Lluís Estasen, y la plaza del Espà. Del mismo modo que se otorgan banderas a las playas, el Govern se propuso hacer lo propio con el firmamento con un decreto aprobado en el 2015. Y este humilde ayuntamiento, animado por un veraneante aficionado a la astronomía, se lió la manta a la cabeza. Pusieron en marcha un plan contra la contaminación lumínica que, sumado a la situación geográfica, entre montañas de 2.300 metros y lejos de la influencia de la gran bombilla (Barcelona), permitió que Saldes consiguiera entrar en la liga de las estrellas. Ahora han dado un paso más, mejorando la iluminación de las calles, y reclaman que todo el municipio, no solo esos dos puntos concretos, reciba el sello de calidad nocturna. Su demanda se está valorando.

El Montsec va por delante

Vaya por delante que el título de mejor cielo de Catalunya lo ostenta el Montsec, donde 16 municipios se conjuraron para generar un entorno que propicia una observación excelente de las estrellas. No en vano esta zona alberga un parque astronómico de los más importantes de España. El mismo decreto de la Generalitat declaró zona protegida todo este entorno. Es, de hecho una de las reservas Starlight, algo así como el ‘hall of fame’ mundial de lugares desde los que disfrutar del firmamento durante la noche.

Ahora sí; el alcalde. La conversación con Massana bascula entre la historia, la tecnología, el cielo, el turismo y la supervivencia. Saldes llegó a tener 1.065 residentes en los años 60, en los tiempos en los que la explotación del carbón era una industria tan próspera como trágica. En 1944, una explosión de grisú mató a 34 trabajadores, la mayoría llegados de Levante y Andalucía. Sus nombres aparecen en el monolito sito en la plaza de Sant Martí con el que se rinde homenaje a todas las víctimas de la minería en el término municipal. Saldes tiene hoy 278 personas censadas, un número que no es real porque muchos no viven aquí. La zona, que también tuvo sus buenos momentos agrícolas, vive ahora del turismo. “Pero es muy estacional, con hasta 1.060 plazas de alojamiento”. Y hoy te vienen, y mañana ya veremos. De ahí que busquen un hecho diferencial, algo que fidelice a un tipo de forastero, que sea un reclamo único. “La declaración de espacio de cielo nocturno de calidad nos ha puesto en el mapa y hemos aparecido en revistas especializadas -dice Masana, que agradece la implicación económica tanto del Govern como de la Diputación de Barcelona-, pero no podemos quedarnos ahí”.

Casa de colonias

Tienen pensado convertir la vieja casa del forestal en un “observatorio semiprofesional”. Una de las opciones que barajan es la de crear la primera casa de colonias para niños destinada al conocimiento de las estrellas. También podría ser un centro de día, abierto al público, con información y aparatos. Lo están valorando. El de los edificios municipales vacíos da para otro tema al margen. Aquí llegó a haber médico, escuela…, todos los equipamientos propio de un lugar próspero. Ahora estas fincas vacías se ofrecen a familias para que sus hijos crezcan aquí y ayuden a garantizar el futuro. Pero no es nada fácil, ya que primero hay que reformarlos. Y eso requiere de una inversión que los presupuestos de consistorios pequeños no siempre pueden asumir.

Cuenta el alcalde, que tiene a bien mostrar los dos puntos declarados espacio con cielo nocturno de calidad, que el cambio de luces blancas a ámbar (son las que menos contaminación lumínica generan) ha generado alguna que otra protesta en el pueblo. “La gente prefiere la blanca porque reproduce la luz del día y los colores se distinguen mejor, pero la ámbar triplica luz útil y reduce en más de un 70% el consumo energético”. Entre este año y el próximo esperan tenerlas todas cambiadas. El coste total será de unos 68.000 euros.

Termina la jornada en el Berguedà. En Saldes solo se escuchan las gotas de agua que caen de los tejados. La semana pasada nevó de lo lindo y el blanco se va marchitando. No es el mejor día para disfrutar de las estrellas porque hay una luna generosa, pero el espectáculo a medianoche es embriagador. El Pedraforca, con la tartera blanca. Saldes, una franja anaranjada que no molesta. Al otro lado, perfilada, la sierra de Ensija. De vuelta a la C-16, un conejo atraviesa la carretera. Cuatro piedras más en el asfalto y un coche con las largas. Mejor las cortas, que contaminan menos.