Pederastia en Chile

El Papa insiste en que Barros es inocente pero pide disculpas a las víctimas por sus palabras

"Sé cuánto sufren y sentir que el Papa les dice en la cara que le den una carta con la prueba es una bofetada", reconoce Francisco

El Papa, en el avión de vuelta a Roma

El Papa, en el avión de vuelta a Roma / periodico

Efe

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El papa Francisco insistió este lunes en la inocencia del obispo chileno Juan Barros, acusado de haber encubierto al sacerdote condenado por abusos sexuales Fernando Karadima, pero pidió disculpas por haber herido a las víctimas con su declaración en Chile.

Francisco reiteró el derecho a la inocencia de Barros mientras no se demuestre lo contrario al contestar a las preguntas de los medios, entre ellos Efe, que viajaban con él en la rueda de prensa durante su vuelo de regreso a Roma del viaje a Chile y Perú.

El pontífice argentino pidió disculpas a las víctimas porque usar la palabra "pruebas", dijo, les ha herido.

"Hice una herida sin quererlo y esto me ha dolido mucho. Sé cuánto sufren y sentir que el Papa les dice en la cara que le den una carta con la prueba, es una bofetada. Me doy cuenta de que mi expresión no fue feliz, porque no lo pensé", admitió. Bergoglio relató su versión del caso Barros paso a paso.

"El caso del obispo Barros lo hice estudiar, investigar, lo hice trabajar mucho. No hay evidencias de culpabilidad y al parecer no se van a encontrar", argumentó.

Reiteró que mientras espera una evidencia para cambiar de pensamiento aplicará el principio jurídico de "cualquier tribunal: ninguno es culpable hasta que no se pruebe lo contrario".

Víctimas chilenas

Dijo que fue la palabra "prueba" la que le jugó "una mala pasada" ante las víctimas de los abusos del sacerdote chileno Karadima, pues "hay mucha gente abusada y que no puede traer una prueba, no la tiene. Y que o no puede o a veces la tiene pero tiene vergüenza y sufre en silencio", aclaró.

Especificó que habría sido más correcto hablar de "la certeza moral o la evidencia" de que Barros encubrió al cura pederasta y que si condenase al obispo sin tener esto sería "un delito de mal juez".

También se refirió a su carta del 2015 publicada antes del viaje en la que aconsejaba a Barros y otros tres sacerdotes renunciar para después tomarse un año sabático.

Bergoglio desveló que Barros aceptó y que viajó Roma para presentar su renuncia, pero que se la rechazó porque eso era admitir la culpabilidad y que volvió a presentar su renuncia cuando le nombraron obispo de Osorno tras las protestas de la gente y que de nuevo no la aceptó.

No hay "evidencias"

"Se continuó a investigar el caso de Barros, pero sigue sin haber evidencia. Y esto es lo que quise decir, no puedo condenarlo, porque no hay evidencia, y yo personalmente estoy convencido de que es inocente", señaló.

Argumentó que si a alguien se le acusa sin evidencias y con pertinencia, es calumnia y "en eso tenemos que ser claros".

Respecto al comunicado que hizo el sábado el presidente de la Comisión para la Protección de Menores, el cardenal estadounidense Sean O'Mallley, que criticó estas declaraciones de Francisco, el papa admitió que tenía razón respecto al "dolor de las víctimas, que no pueden ser capaces de portar un documento o un testimonio".

Añadió que O'Malley también subrayó el compromiso de Francisco en estos años de pontificado por la tolerancia cero contra los curas pederastas.

La corrupción

Asimismo, el Papa ha clamado contra la corrupción, a la que ha definido como "ciénaga" de la que no es posible salir y que causa "la destrucción de la persona". "En Latinoamérica hay muchos focos de corrupción", aseguró Francisco, que añadió que también existe en países de Europa, al responder a una pregunta de los medios, entre ellos Efe, que viajaban con él sobre los casos de corrupción en Perú.

Ha asegurado que estaba de "moda" ahora a hablar del caso Odebrecht (la constructora brasileña acusada de sobornar a Gobiernos de varios países de Latinoamérica), pero que esto era solo un "botón de muestra" respecto a todo lo que existe.

"Todos somos pecadores (...) pero luego intentamos no volver a hacerlo. Yo al pecado no le tengo miedo, le tengo miedo a la corrupción, que te va viciando el alma y el cuerpo", añadió.

Para Jorge Bergoglio, "un corrupto está tan seguro de sí mismo que no puede volver atrás".