epidemia gripal

Urgencias sin hora de salida

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Beatriz Pérez

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El hermano de Antonia lleva dos días en un box de urgencias del Hospital del Mar de Barcelona por problemas respiratorios. Tiene 74 años. "Vino el martes, pero lo mandaron a casa porque estaba todo colapsado. Como se seguía encontrando mal, acudió otra vez el jueves", cuenta la mujer. Desde entonces se encuentra en urgencias. La familia de este hombre lleva 48 horas esperando que le den una cama en la planta del hospital.

A simple vista la situación de las urgencias de este hospital barcelonés no era de colapso este viernes por la tarde. Las salas de espera (tanto de pacientes como de familiares) no estaban saturadas y había quienes aseguraban haber sido atendidos rápidamente. Lo peor de la gripe, en fase epidémica desde esta semana según la Agencia de Salud Pública de Catalunya, todavía no ha llegado. Y, aun así, casos como los de Antonia no son excepcionales. Muchos consideran que las urgencias llevan demasiados años saturadas, haya o no epidemias. La sanidad catalana no se ha repuesto aún de los recortes del 2011 aplicados por Artur Mas.

"Mi padre de 83 años ha estado en el pasillo más de seis horas porque no había boxes libres"

Mari Carmen

Otro caso que ilustra esta situación es el de Mari Carmen, cuyo padre, de 83 años, acudió al Hospital del Mar este viernes a las once de la mañana por una infección. Tenía fiebre y estaba semiconsciente. "Ha estado esperando en el pasillo hasta las cinco de la tarde porque no había boxes libres", relata Mari Carmen. Su madre asiente a su lado. A las seis de la tarde, aún no les habían dicho nada. "No sabemos si deberá pasar la noche en el hospital. Es la primera vez que esperamos tanto. Nos ponen la excusa de la gripe. Todo el día aquí para saber si tiene o no una simple infección, ya me dirás...". Esta situación, pese a todo, no le sorprende: "Hace dos años mi padre estuvo dos días en un pasillo".

Cuatro horas de espera

La madre de Jordi llevaba unos cuantos días con gripe, entrando y saliendo de las urgencias del Hospital del Mar. Este viernes por la mañana, una ambulancia la volvió a llevar pero, como estaba saturado, la mandaron al CUAP Perecamps. A las dos del mediodía, cuenta el hijo, la transfirieron por fin al Mar. "La atendieron a las seis". Todo para descartar que no tiene nada más grave que una gripe. La mujer tiene 76 años.

"He visto estas urgencias más llenas otras veces", explica Jordi. Cree que, con el nuevo edificio, la situación "parece" que ha mejorado un poco, pero solo "porque es más grande" y por tanto no se perciben tanto las aglomeraciones. "Este hospital es demasiado pequeño para la cantidad de gente que atiende", opina.

"Mi suegra estuvo 15 horas en urgencias por una bajada de potasio en septiembre. Pagamos 45 euros de párking. Hoy hemos decidido venir en taxi"

Janet

"Nosotros llamamos a la ambulancia a las dos de la tarde. Vino a las cinco y media", cuenta otro hombre también llamado Jordi que espera en las urgencias del Mar por su abuela, de 97 años, ingresada finalmente a las seis de la tarde. La anciana esperó por la ambulancia tres horas y media, después de que la familia hubiera telefoneado varias veces. "Se ahogaba y vomitó la comida. Creemos que tiene pulmonía o neumonía", cuenta su nieto.

Janet, cuya suegra de 85 años está también en urgencias, es una vieja conocida del Hospital del Mar. "En septiembre vinimos con ella por lo mismo que ahora, una bajada de potasio. Entró a las nueve de la mañana y salió a las doce de la noche". Aquel día, el marido de Janet e hijo de la paciente trajo el coche al hospital y pagaron 45 euros de párking. "Esta vez, como ya nos conocemos la historia, hemos venido en taxi. Aquí se sabe a qué hora se entra, pero nunca a qué hora se sale".

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