Sobreprotección

Ojo con el 'síndrome del niño hiperregalado'

El exceso de regalos puede anestesiar la fantasía de los más pequeños y evitar que desarrollen su creatividad, advierten los expertos

Un niño rodeado de regalos en una imagen de archivo de unas Navidades recientes.

Un niño rodeado de regalos en una imagen de archivo de unas Navidades recientes. / periodico

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El exceso de regalos puede anestesiar la fantasía de los niños y evitar que desarrollen su creatividad, según ha advertido este jueves la psicóloga y coordinadora del departamento de Orientación del grupo Brains International Schools, Ana Herrero. En su opinión, "existe una estrecha vinculación entre la sobreprotección y lo que se denomina el síndrome del niño hiperregalado", que en general presenta menor capacidad para la creatividad, la paciencia o el esfuerzo.

"Todos los niños alrededor del mundo tienen una característica en común: les encanta jugar aunque no tengan juguetes. Por tanto, aquellos que reciben menos juguetes tienden a desarrollar más su imaginación y a inventarse juegos, historias u otras cosas para divertirse", asegura en declaraciones recogidas por Servimedia.

La psicóloga Alicia Banderas profundiza en esta idea: "Ahora nadie quiere que los niños se aburran, cuando el aburrimiento es un gran acicate de la imaginación". Según Banderas, "tres o cuatro es el número ideal de regalos en Navidad, no más".

Menos pacientes

Otra de las consecuencias negativas de un exceso de regalos tiene que ver con una menor capacidad de esfuerzo, apuntó Herrero. A su juicio, los regalos son un buen medio para persuadir a los pequeños de que si se esfuerzan pueden conseguir resultados muy satisfactorios, con lo que si nos pasamos la conclusión será la contraria.

Asimismo, un número demasiado elevado de regalos provoca una baja tolerancia a la frustración, pues los niños se acostumbran a recibir una cantidad determinada de juguetes y si un año reciben menos se sienten tristes o irascibles.

"Realizar regalos es una buena opción para demostrarles que son importantes para nosotros, pero regalar en exceso es perjudicial para su desarrollo", señala. En su opinión, "la mejor opción para demostrar a los más pequeños nuestro afecto siempre será dedicarles todo el tiempo posible y realizar actividades en familia", afirma la psicóloga.