HERBICIDA GLIFOSATO

La UE renueva la licencia del glifosato hasta el 2022

Un avión fumiga con glifosato una plantación en Colombia.

Un avión fumiga con glifosato una plantación en Colombia.

Silvia Martinez

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El glifosato, el herbicida más utilizado en todo el mundo, seguirá comercializándose en territorio europeo al menos durante otros cinco años. La Unión Europea ya tiene vía libre para prorrogar la renovación de la licencia que expiraba a mediados de diciembre. Tras varios intentos fallidos y meses de incertidumbre, Bruselas ha conseguido los avales suficientes para sacar adelante una propuesta muy polémica que ha recibido 18 votos a favor, 9 en contra y una abstención.

“El voto de hoy muestra que, cuando todos queremos, somos capaces de compartir y aceptar nuestra responsabilidad colectiva en la toma de decisiones”, ha valorado el comisario de Sanidad, Vytenis Andriukaitis, tras la decisión adoptada en el seno del comité de apelaciones. Para ser validada la propuesta, necesitaba el apoyo de 16 de los 28 estados miembros que representaran al menos el 65% de la población de la UE. Un requisito que fue imposible cumplir en el intento del pasado 9 de noviembre.

Entonces solo 14 países apoyaron el plan de Bruselas, 9 votaron en contra y 5 se abstuvieron. En esta ocasión, cuatro países –Alemania, Bulgaria, Polonia y Rumanía- han optado in extremis por cambiar su voto pasando de la abstención al 'sí', lo que ha permitido cambiar los equilibrios y ha dado al bando partidario de la renovación la mayoría cualificada necesaria. Caso destacado, por ejemplo, es el de Alemania, que precisamente hace una semana rompió las negociaciones de Gobierno con los ecologistas.

Mayoría cualificada a favor

Además, de estos cuatro países, también han votado a favor República checa, Dinamarca, Estonia, Irlanda, España, Letonia, Lituania, Hungría, Holanda, Eslovenia, Eslovaquia, Finlandia, Suecia y Reino Unido. Por su parte, Portugal ha mantenido su abstención, mientras que Bélgica, Grecia, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Malta, Austria y Luxemburgo, como ya hicieran en noviembre, han votado en contra del herbicida que Monsanto comercializa con el nombre de Roundup.

Según la ministra luxemburguesa de Medio Ambiente, Carole Dieschbourg, su negativa se debe a que la oferta de Bruselas “no ofrece una señal clara de retirada progresiva del glifosato”. “La lucha tiene que continuar”, ha reivindicado. El mismo argumento esgrimido por Bélgica para oponerse, en línea con la posición de la Eurocámara, que hace unas semanas pidió la prohibición total con una eliminación gradual en un plazo de cinco años.

El siguiente paso ahora será la adopción formal por parte de la Comisión Europea antes de que la licencia de comercialización actual expire, el próximo 15 de diciembre. 

Un producto polémico

La OMS le puso la etiqueta de “probable carcinógeno” en 2015. El anuncio reactivó la campaña en contra y obligó a la UE a encargar sus propios informes –a la <strong>Agencia de Productos Químicos</strong> y a la <strong>Agencia Europea de Seguridad Alimentaria</strong>- que <a href="https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20170315/el-glifosato-no-debe-ser-clasificado-como-cancerigeno-5899372">a principios de este año echaron más leña al fuego</a> al concluir que “no hay evidencias científicas” como para clasificarlo como “cancerígeno, mutágeno o toxico para la reproducción”. La decisión augura más polémica. <strong>Greenpece</strong> ha lamentado que los gobiernos han optado de nuevo por hacer oídos sordos a las advertencias de científicos independientes.