Barcelona ensayará que farmacéuticos supervisen medicación de la tuberculosis

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La Agencia de Salud Pública de Barcelona prevé la realización de un ensayo clínico a personas a las que se ha detectado tuberculosis latente, en el que la red de farmacia comunitaria participará en el seguimiento de la medicación.

El doctor Antonio Moreno, de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, y Rafael Guayta, del Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña, han presentado hoy el futuro estudio, cuyo inicio se prevé el próximo año 2018, durante las XXI Jornadas Internacionales sobre Tuberculosis que se llevan a cabo hoy y mañana en Barcelona.

Estas jornadas, que se desarrollan en el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB), tienen por objetivo mejorar la prevención y el control de la tuberculosis y están organizadas por la Unidad de Investigación en Tuberculosis de Barcelona.

La tuberculosis o TB, como se la conoce en inglés, es una enfermedad causada por un microbio llamado Mycobacterium tuberculosis que se propaga de una persona a otra a través del aire, y generalmente afecta a los pulmones, pero también puede dañar el cerebro, los riñones o la columna vertebral.

Sin embargo, no todas las personas infectadas por las bacterias de la tuberculosis enferman, por lo que existen dos formas de tuberculosis: la infección de tuberculosis latente y la enfermedad de tuberculosis.

Las personas con infección de tuberculosis latente no se sienten mal ni tienen síntomas, ni tampoco son contagiosas, es decir, no pueden pasar la infección a otros individuos.

Hacia este grupo de personas se dirigirá el estudio que han presentado hoy Moreno y Guayta, dado que si los diagnosticados con tuberculosis latente no reciben tratamiento, entre un 5 % y un 10 % pueden enfermar en algún momento de su vida.

Según los últimos datos aportados por los dos expertos, el año 2015 se diagnosticaron en Barcelona 280 casos de tuberculosis.

A raíz de esta detección, se realizaron pruebas a 1.770 personas que habrían tenido contacto con esos enfermos, de los que 449 dieron resultados de tuberculosis latente.

El ensayo clínico espera reclutar a unos 230 pacientes que seguirán el tratamiento habitual clínico y a otro número igual que harán lo mismo pero a los que se añadirá un seguimiento en su farmacia, con visitas más continuadas.

Según Moreno, la comparación de ambos tratamientos permitirá constatar la tasa de abandonos, ya que se trata de una medicación que dura varios meses, y analizar la toxicidad de la misma.

Las personas participantes en el ensayo deben haber estado en contacto cercano con enfermos de tuberculosis activa, tener VIH o ser inmigrantes recién llegados, entre otras características que los impulsores del estudio esperan afinar en las próximas semanas.