Solidaridad

'Un gomet vermell' para colaborar con Pallapupas

Cuatro jóvenes han puesto en marcha una campaña de micromecenazgo con la finalidad de recaudar fondos que ayuden a mantener o ampliar las visitas de payasos a niños que están ingresados en hospitales

EL RECORRIDO1. Mireia Rom graba la visita  de dos Pallapupas a un niño ingresado en el Hospital del Mar.2. Portada del libro para ilustrar que se repartirá en plantas de pediatría en el marco de la campaña 'Un gomet vermell'.

EL RECORRIDO1. Mireia Rom graba la visita de dos Pallapupas a un niño ingresado en el Hospital del Mar.2. Portada del libro para ilustrar que se repartirá en plantas de pediatría en el marco de la campaña 'Un gomet vermell'.

Rosa Mari Sanz

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las ganas de llevar a cabo un proyecto conjunto que tuviera detrás una vertiente solidaria, sumada al grato recuerdo infantil de una visita de payasos en un hospital, han empujado a un grupo de jóvenes a ponerse delante de una campaña de micromecenazgo (con la plataforma migranodearena.org) para ayudar precisamente a fomentar y mantener esa animación tan bien recibida en los centros de salud. Así, Mireia Rom y Roger Cuartielles, exalumnos de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Periodismo y ahora estudiantes de Humanidades, junto con los hermanos Glòria Macià, graduada en Ingeniería Biomédica (UPF), y Sergi Macià, estudiante de Ingeniería Electrònica (UPC), acaban de lanzar el proyecto Un gomet vermellUn gomet vermell, una iniciativa que, cual curso escolar, se prolongará hasta el próximo junio. No en vano, tiene mucho de vertiente educativa. Precisamente es en ese ámbito en el que quieren incidir los artífices de esta idea, que no dudaron en escoger a PallapupasPallapupas, un referente en esa labor, como los beneficiarios de la campaña con la que buscan donativos para ayudar a hacer más amables los hospitales para los niños, una labor en la que cada vez inciden más los propios centros.

Reconocimiento

Todo empezó, cuenta Rom, cuando Glòria Macià le propuso que le ayudara en el ámbito de la comunicación a difundir un proyecto solidario que quería poner en marcha con su hermano. De pequeña, esta ingeniera biomédica estuvo una Navidad ingresada en un hospital de Terrassa y recibió la visita de unos animadores de la Creu Roja que hicieron más soportable esa estancia, por lo que para ella suponía también una manera de agradecer la labor de las personas que, como aquellas, llevan emociones y sonrisas a los niños en dificiles momentos de sus vidas. A la periodista le sedujo la idea y embarcó a su amigo Cuartielles, que tampoco lo dudó. Desde junio los cuatro empezaron a gestar la campaña. El proyecto nace con reconocimiento, ya que ha logrado el premio HackLab premio HackLab(dotado con 800 euros destinados a cubrir gastos de la campaña y a ayudar a financiar la labor de los payasos de hospital), un taller de cocreación abierto a toda la comunidad de la UPF para promover el autoaprendizaje, el intercambio de conocimientos e ideas y la colaboración en torno a temas como la tecnología, la comunicación y las artes digitales. «A nuestro favor hemos tenido que se trata de un proyecto interdisciplinario», destaca Rom.

Vídeos para intercatuar

Las escuelas juegan un papel importante en Un gomet vermell, o, al menos, así es la pretensión. Quieren dirigirse a ellas para implicarles tanto en la colaboración para recaudar fondos como en la interacción con niños que estén ingresados en hospitales. Por lo pronto, tres centros escolares ya se han abierto a colaborar con esta campaña que cuenta con la colaboración del Hospital del Mar (están en conversaciones con Sant Joan de Déu), donde han grabado unos vídeos en los que menores ingresados y sus familias explican su situación personal. En ese material audiovisual también participan profesionales sanitarios. El proyecto dispone además de un libro con láminas ilustradas para ser coloreadas que se repartirán en las plantas de pediatría de hospitales, unas páginas que se puede descargar gratis desde la web de la campaña (www.ungometvermell.cat). «La idea es aumentar los contactos con las escuelas y que otros niños también puedan enviarles mensajes de energía y positivismo a los que están en los hospitales», cuenta Rom. Las escuelas pueden decidir cómo colaboran y hasta qué punto se implican.

Para animar a los centros educativos no descartan ofrecerse ellos mismos para explicar la campaña o incluso que pudiera acudir algún miembro de Pallapupas a las escuelas. También invitan a los colegios a organizar campañas o pequeñas acciones en beneficio de esta iniciativa, porque, ante todo, creen que la sociedad no valora lo suficiente la labor de los payasos de hospital. «No se ha de banalizar su trabajo. Justamente no siempre hacen reír, no buscan la risa fácil, buscan la complicidad y el acompañamiento. Si la complicidad pasa por buscar la risa la provocan, pero lo que hacen es acompañar en las emociones, y si lo que necesita una persona es un abrazo lo dan», reivindica Cuartielles. «No olvidemos que los hospitales son lugares donde nadie quiere estar y hay que incidir en los beneficios que aportan los payasos, no solo a los enfermos, también, al personal sanitario. Ayudan a acercarse al enfermo, a romper la barrera del diagnóstico puro y duro, ya que muchas veces la bata blanca hace de muro y falta humanización», sigue. Precisamente con la pretensión de eliminar esos muros la oenegé (www.pallapupas.org), de manera pionera, imparte clases optativas en la Facultat de Medicina de la Universitat de Barcelona (UB) donde trabajan la relación médico-paciente para avanzar en la humanización de la salud.

Con el dinero que recauden con la campaña la presencia de estos payasos podrá afianzarse en los 12 centros en los que ya colaboran o extnderse. Eso dependerá de la oenegé, explican los artífices del proyecto. En cifras, ponen como ejemplo Rom y Cuartielles, contratar un año el servicio de animación de Pallapupas en un hospital cuesta 30.000 euros; una hora de visita de una pareja a un niño hospitalizado 10 euros; el acompañamiento a un quirófano tiene un coste de 20 euros y la tarifa de una jornada de teatro social 100 euros. Mensualmente Pallapupas recibirá la cantidad que hasta ese momento se haya logrado.