Visitas para concienciar

Los 'narcotours' de Lavapiés

LAVAPIES

LAVAPIES / periodico

M. V.

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Begoña, la presidenta de la Plataforma del Barrio de Lavapiés, es quien puede hablar con mayor propiedad de lo que es tener de vecinos a unos 'narcokupas'. Los sufrió en su piso durante tres años en los que sufrió de todo. Desde "una plaga de chinches por la hubo de fumigar todo el edificio" a encontrarse "droga escondida en el interior de las lámparas de la escalera". "Las localizaba y se las entregaba a la policía", cuenta.

Tenía el contacto directo con un policía al que diariamente le enviaba un mail con las incidencias ocurridas el día anterior. También había acordado que si veía una llamada suya y no le hablaba tenía que mandar enseguida un coche patrulla a su casa. “Era lo pactado para el caso de que los narcos pasaran de las amenazas a los hechos”, recuerda. 

A por los bancos

Los narcos intentan hacerse con pisos de los bancos procedentes de desahucios y, mejor aún, si se los ha quedado la Sareb. Cómo no activan la titularidad del piso hasta que tienen comprador para evitarse el pago de impuestos y gastos de comunidad, tampoco tienen la potestad de denunciar la okupación e instar el nuevo deshaucio. Este fue el caso de la finca de Begoña. Los trámites se eternizaron pero su persistencia pudo con todo.

Con el paso de los años ha conseguido fraguar un acuerdo con la Subdelegación del Gobierno, la fiscalía de Madrid y el juez decano por el que se da prioridad a los desahucios de pisos “donde se cometen delitos”. La última palabra la tiene siempre los jueces y hay algunos que no están por la labor, pero con este método ya han logrado regularizar la situación de 29 viviendas.

Al margen de estas autoridades y de los policías ("que siempre nos han ayudado cuando los hemos llamado"), Begoña considera que el resto de las administraciones les han dado la espalda. "No es cuestión de partidos. Ni cuando el PP llevaba el distrito ni los de Carmena han movido un dedo", reprocha.

Petición a la RAE

No será que Begoña no ha hecho lo imposible para que vieran la realidad de su barrio. Organiza ‘narcotours’ para las autoridades y periodistas como el que escribe estas líneas. Su plataforma ha enviado incluso a la Real Academia de la Lengua Española (RAE) una petición para incluya en su diccionario el término  ‘narcokupación’.

"No somos los vecinos los que deberíamos liderar esto, sino las administraciones"

“No somos los vecinos los que deberíamos liderar esto, sino las administraciones”, lamenta.  La plataforma tiene abierta una recogida de firmas en change.org en la reclama la puesta en marcha de un plan de prevención y seguridad para el barrio “similar al que durante un tiempo puso en marcha la comisaría de Leganitos y que funcionó muy bien hasta que lo quitaron el pasado enero”.

O turismo o delicuencia es el dilema

Tampoco otras asociaciones tradicionales les han apoyado. “Defienden las okupaciones, pero no entienden que nosotros nunca luchamos por echar de una casa familias necesitados o con niños. Hemos puesto mucho cuidado en ello”, argumenta.

 La asociación Lavapiés a Dónde Vas se preocupa casi en exclusiva de la ‘turistificación’ y la ‘gentrificación’, pero quizás el dilema al que se enfrente el barrio sea o turismo o delincuencia. “En mi escalera hay un propietario que alquila por Airbnb y nunca hemos tenido ninguna queja”, apunta Begoña. Entre un piso turístico y otro ocupado por narcos, ¿ustedes con qué se quedarían? Que se lo pregunten a la joven que a la que le robaron el bolso delante de las narices de este periodista cuando ya había puesto punto y final al 'narcotour'. “Quien no ha vivido esto no sabe lo que es”, certifica la presidenta de la plataforma.