Disponible nueva terapia hormonal que retrasa progresión del cáncer de mama

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Las autoridades sanitarias han dado luz verde en España a una nueva terapia hormonal para mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama metastásico o localmente avanzado que reduce la progresión de la enfermedad mediante la inhibición del ciclo celular, de la proliferación o no de las células.

Este fármaco, ribociclib, ha sido presentado hoy por la empresa farmacéutica Novartis junto a los presidentes de los grupos españoles de investigación en cáncer de mama: Miguel Martín, de Geicam, y Eva Ciruelos, de Solti.

La terapia (Kisqali, en su nombre comercial) está aprobada como tratamiento inicial para los casos metastásicos o localmente avanzados de cáncer de mama HR+/HER2- y en combinación con un inhibidor de la aromatasa, el letrozol.

Más de un 70 % de los cánceres de mama invasivos son HR+ o luminal, por lo que se trata del cáncer de mama avanzado más común, ha apuntado Miguel Martín.

Kisqali actúa inhibiendo el ciclo celular, el mecanismo por el que las células proliferan o no lo hacen, dejando a la célula "en un estado de reposo", ha explicado la oncóloga Eva Ciruelos.

"Si los semáforos de la calle no funcionan, puede haber accidentes. En la célula tumoral pasa algo parecido: hay múltiples accidentes, sobre todo hacia un exceso de proliferación porque los semáforos del sistema celular en verde, que lo activan, o en rojo, que lo paran, no funcionan", precisa.

Además de ribociclib, ahora existen otros dos fármacos (palbociclib de Pfizer y abemaciclib de Lilly) que actúan sobre las mutaciones genéticas más frecuentes, aquellas que frenan el ciclo celular, las del semáforo rojo.

"Kisqali ha demostrado que, cuando se administra junto a un tratamiento hormonal a mujeres posmenopáusicas que no han recibido un tratamiento previo en situación de metástasis, reduce prácticamente a la mitad el riesgo" de progresión de la enfermedad, controlando así la enfermedad, señala la doctora del Hospital 12 de Octubre de Madrid.

Respecto a los efectos secundarios, las pacientes tienen un riesgo de tener bajada de los leucocitos, aunque no se traduce en fiebre y, por tanto, no afecta ni a su seguridad ni a su calidad de vida.

El presidente de Geicam ha resaltado que una de cada cuatro mujeres con cáncer de mama termina presentando a medio y largo plazo enfermedad metastásica.

"Se habla mucho de las que se curan y no de las que tienen enfermedad incurable. Hay que dar solución a este grupo de mujeres que de alguna manera han estado abandonadas a nivel mediático", ha apuntado.