La sequía y el calor atizan numerosos fuegos en el norte de España

Unos bomberos luchan contra el fuego en Vilamarin, en Galicia

Unos bomberos luchan contra el fuego en Vilamarin, en Galicia / periodico

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Un total de 1.968,02 hectáreas arden en 16 incendios en las provincias de Ourense y Lugo, aunque solo uno de ellos no está controlado o estabilizado, según ha informado la Xunta de Galicia, que considera todavía activas las llamas en el municipio orensano de Paderne de Allariz, donde arden 40 hectáreas en Cantoña.

Los fuegos gallegos son la mayor parte del total de incendios que se han declarado estos últimos días en el norte de la península Ibérica, atizados por las altas temperaturas y la sequía.

En Galicia, los 16 fuegos han afectados a distintas superficies menores de 400 hectáreas, algunas también en áreas protegidas.

El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha decidido prolongar con medios extraordinarios la campaña de verano contra incendios forestales debido a las altas temperaturas y a la sequía y ha movilizado este sábado un dispositivo compuesto por 22 medios aéreos y seis brigadas de especialistas en extinción, con el objetivo de combatir los incendios forestales declarados también en La Rioja, Asturias y Castilla y León.

También en Cantabria, el operativo de extinción de incendios forestales trabaja para controlar un nuevo fuego provocado esta madrugada en la Sierra de Hijar, donde ya ha sido controlado otro incendio, también intencionado, que empezó a arder el miércoles.

Cantabria está en nivel 2 de alerta forestal por las temperaturas y la sequedad, que hacen que las llamas se propaguen con rapidez. El fuego afecta a un paraje de alto valor ecológico y natural, ya que se encuentra dentro de la Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA) de la Sierra de Híjar y la Red Ecológica Europea Natura 2000, además de ser un espacio de recuperación del oso pardo.

Tercer peor año del decenio

Entre el 1 de enero y el 30 de septiembre han ardido en España un total de 105.679 hectáreas, lo que convierten a 2017 en el tercer peor año del decenio por superficie afectada y también por el número de grandes incendios forestales, los que superan la barrera de 500 hectáreas, según datos del ministerio.

El año 2017 es el tercer año con más incendios por detrás del 2012, cuando ardieron 215.669 hectáreas, y del 2009, cuando en los primeros nueve meses del año se quemaron 117.220 hectáreas.

Con todo, este año el fuego se ha llevado un 75,84% más de hectáreas que en el mismo periodo de 2016 (60.098 hectáreas) y un 31,46% más que la media del decenio (80.385 hectáreas).

Además, también se trata del tercer peor año en cuanto al número de grandes fuegos, con 22 grandes siniestros, por detrás, también de 2012, con 41 incendios de más de 500 hectáreas y 2009, con 35. En total, en lo que va de año hasta el 30 de septiembre, se han producido 11.742 siniestros; de los que 7.382 fueron conatos, de menos de 1 hectáreas y otros 4.360 fuegos de entre 1 y 499 hectáreas.

Por tipo de vegetación, 56.554 hectáreas quemadas fueron de superficie matorral y monte abierto; 39.657 hectáreas de superficie arbolada, mientras que 9.468 hectáreas de pastos y dehesas.

En cuanto a la distribución geográfica, el 51,61% de los incendios se produjo en el noroeste; el 32,50%, en las comunidades interiores; el 15,40% en el Mediterráneo y el 0,49%, en Canarias.

Del total de la superficie arbolada, el 39,47% ardió en el noroeste; el 29,86% en el Mediterráneo; el 23,67% en las comunidades interiores y el 7,01% en Canarias.

Finalmente, los datos del Ministerio indican que el 58,33% de la superficie forestal se quemó en el noroeste; el 22% en las comunidades interiores; el 17,03% en el Mediterráneo y el 2,64% del total, en Canarias.