JUICIO EN BARCELONA

El 'violador del cúter' admite que abusó de dos mujeres, pero alega que no las amenazó

VIOLADOR

VIOLADOR / periodico

J. G. Albalat / Barcelona

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Dos lunares en el cuello, una pequeña herida ya cerrada en el codo izquierdo y un andar muy peculiar, patizambo, con las piernas arqueadas, fueron claves para que los Mossos detuvieran en el 2014 a Diego Nicolás Rodríguez Correa, conocido como el 'violador del cúter', después de que la prensa difundiera su imagen. El ADN dejado en las prendas de las víctimas condujo a su arresto.

Este martes se ha sentado en el banquillo de los acusados en la Audiencia de Barcelona por cuatro agresiones sexuales, una de ellas a una menor. El imputado ha reconocido que dos de las mujeres le hicieron una felación, aunque ha precisado que no las amenazó y menos con un cúter. El fiscal le reclama 56 años de prisión no solo por las violaciones, sino también por robos.

Está previsto que el juicio dure tres días. Ha comenzado más tarde de la hora fijada. El tribunal ha tenido que decidir si se celebraba la vista a puerta cerrada y cómo declaraban las víctimas. Al final, ha decidido que las mujeres darían su versión a través de videoconferencia y que al acusado se le instalaría una mampara para que no pudiera verlas. A los medios de comunicación, se les advirtió de que no podían difundir datos de las mujeres afectadas.

La acusación pública sostiene que Diego Nicolás Rodríguez actuó al menos en cuatro ocasiones desde julio del 2013 hasta septiembre del 2015, aunque durante un tiempo paró al filtrarse su fotografía y extenderse el miedo por varios distritos de Barcelona. Si realmente cometió más violaciones, como en un principio la policía sospechó, no se han probado. La forma en que las mujeres fueron agredidas sexualmente es similar en todos los casos. Según la fiscalía, el acusado las abordaba al entrar en la finca donde vivían y dentro las obligaba, bajo amenazas y blandiendo una navaja o un cúter, a quitarse la ropa. Después las forzaba a que le hicieran una felación. En un caso, intetó mantener relaciones sexuales completas.

Anfetaminas

Rodríguez, nacido en Uruguay y residente en España desde los 10 años, solo ha contestado en el juicio a las preguntas de su abogado. Ha admitido que abusó de dos mujeres. De las otras dos ha dicho no saber nada. Ha explicado que abordó a las dos jóvenes cuando entraban en la finca donde vivían y que las hizo desnudarse. Al ser preguntado si las obligó a que le hicieran una felación, el imputado ha contestado: "Obligado, no sé..." Ha insistido varias veces en que no las amenazó y que estaba bajo los efectos de anfetaminas. "En el momento en que cometí estos actos no estaba en mi plena capacidad", ha afirmado. A pesar de negar que usara un cúter, en su casa se halló uno.   

El testimonio de las víctimas ha sido contundente. Una de ellas, incluso, ha rechazado ser indemnizada por el acusado. No han ahorrado detalles de cómo las abordó cuando entraban en su casa. "Introduje la llave en la puerta. Tenía los cascos puestos para escuchar música del móvil. Me tiró hacia adentro de la portería. Me puso un cúter en la cara. Me dijo que me quitara la chaqueta y el jersey. Tiró el teléfono. Me decía que no le mirara. Me empezó a tocar. Le dije que tenía la regla y él me dijo que se la tenía que chupar", ha explicado una de las víctimas. Tenía miedo de que saliera su padre y le pudiera pasar algo, ha proseguido. "Accedí a lo que me pedía", ha afirmado. Quería que todo pasara rápido. El agresor le siguió apuntando con el cúter en la cara, al ojo. "Después cogió mi cartera y el móvil y se marcho", ha subrayado. Los restos de semen condujeron a Rodríguez.

Las cuatro mujeres que fueron atacadas han detallado cómo las violó. Una incluso ha relatado que el agresor intentó penetrarla, pero que no puedo. Y otra, la menor de edad, suplicó al acusado de que no la violara. "Soy muy pequeña, no me hagas esto", le espetó. No se libró de hacerle una felación.