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Los buzos abandonan la búsqueda subacuática de los jóvenes desaparecidos en Susqueda

Búsqueda de la pareja desaparecida en el pantano de Susqueda.

Búsqueda de la pareja desaparecida en el pantano de Susqueda. / periodico

Guillem Sànchez / Barcelona

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Los submarinistas de los Bombers de la Generalitat y de la Guardia Civil han suspendido la búsqueda de Marc y Paula, los dos jóvenes de Arenys de Munt y de Cabrils desaparecidos desde el 24 de agosto, bajo las aguas del pantano de Susqueda. La unidad subacuática de los Mossos d'Esquadra es el único grupo de buzos que sigue en el embalse. Aunque las tareas de rastreo submarino se dan por finalizadas.

Buscar los cuerpos de los desaparecidos dentro del pantano ha sido uno de los trabajos más complicados con los que pueden topar los expertos de los GEAS de la Guardia Civil, del GRAE de los bomberos o de la unidad subacuática de la policía catalana. Los tres juntos, en una coordinación poco frecuente en aguas interiores, han llegado a hundirse a más de 35 metros de profundidad para resolver el misterio de esta pareja -de 23 y 21 años- que ha conmocionado a los municipios del Maresme en los que residen.

Palpar en la oscuridad

"No hay visibilidad, ni siquiera con linterna", subraya un profesional de unos de los cuerpos que han participado en el dispositivo de rastreo. El lecho del pantano es un bosque de madera podrida, el que forman los esqueletos de los viejos árboles que se inundaron para crear el embalse. Entre sus ramas se han ido acumulando fango, algas y otros materiales deslizados corriente abajo durante años. El agua, a medida que los buzos descienden, se oscurece hasta espesarse y mezclarse con el lodo del fondo. Los submarinistas "no han buscado con los ojos, han tenido que usar las manos", palpando centímetro a centímetro el relieve.

Tras varios días bajo el agua, peinando todo lo que estaba a su alcance, han abandonado esta búsqueda subacuática. Los esfuerzos se han centrado en los alrededores del punto en el que apareció el coche sumergido -el Opel Zafira- y bajo el lugar en el que los perros han encontrado algún rastro. Sin embargo, no han podido descender a las zonas más profundas del embalse, de más de 80 metros. No pueden buscarlos allí.

Este lunes solo los Mossos han seguido por las inmediaciones del pantano, buscándolos. En concreto, la policía catalana mantiene la unidad de subsuelo, para penetrar en pozos y cuevas de difícil acceso, y la unidad subacuática, que acompaña estas pesquisas si es necesario desde el agua. Fuentes policiales aclaran que día a día se valora la conveniencia de proseguir con esta tarea de búsqueda, que se concentra durante la franja diurna. Este martes seguirán con estas operaciones, escudriñando las zonas más recónditas. 

Rumores sin fundamento

El misterio que rodea esta desaparición ha desencadenado rumores entre los vecinos de la zona. Uno de los más extendidos apunta a que podrían haber caído en las manos de delincuentes que moran por la zona. Fuentes policiales tachan de simples "habladurías" esta posibilidad. Hasta el momento, ningún indicio consistente sostiene ninguno de estos rumores. 

Un caso investigado como una desaparición criminal

<strong>Marc H. L., </strong>de 23 años y <strong>Paula M.P., </strong>de 21, los <a href="https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20170828/susqueda-jovenes-desaparecidos-continua-busqueda-6250165" title="Hallado coche pantano susqueda">dos jóvenes de Arenys de Munt y Cabrils (Maresme) </a>desaparecidos, se fueron el 24 de agosto a practicar con kayac al pantano de Susqueda. Esto es lo último de ellos que saben sus familiares, que los buscan sin descanso desde entonces. Su vehículo, un Opel Zafira de color azul reflotado el pasado martes, fue hundido en el embalse intencionadamente. El kayac también apareció semihundido en el pantano, pinchado y con piedras encima que alguien había depositado para tratar de sumergirlo. Ambos hallazgos han empujado a los Mossos a investigar el caso como una desaparición criminal. Aunque sus familiares siguen agarrados a una hipotética huida voluntaria que, cada vez, parece una posibilidad más remota.