Los Mossos no investigaron al imán tras la petición informal de la policía belga

Un fiel reza en al mezquita de  Ripoll, el pasado sábado.

Un fiel reza en al mezquita de Ripoll, el pasado sábado.

Guillem Sànchez / Barcelona

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Abdelbaki Es Satty, el imán de Ripoll, antes de crear la célula yihadista que cometió los atentados del 17 de agosto en Barcelona y Cambrils, hizo saltar tres alarmas que no supusieron que entrara en el radar de ninguna policía.

Sí inquietó, en cambio, a las autoridades belgas con su aterrizaje en Vilvoorde en enero del 2016. Desde allí pidió trabajó a un imán de Diegem, otra localidad situada a 10 kilómetros de la anterior localidad. Este segundo imán le pidió, antes de aceptarlo, un certificado de antecedentes penales. Pero Es Satty se negó a entregárselo (porque los tenía). Estuvo en la cárcel de Castellón entre el 2010 y el 2014 por traficar con hachís en Ceuta. El imán de Diegem sospechó de Es Satty y contactó con la policía. En ese contexto, un agente de proximidad de la policía belga envió un correo a un sargento adscrito al área de Información de los Mossos d’Esquadra que había conocido en un congreso meses antes. Le escribió esto:

"Quería pedirte si hay la posibilidad de indagar sobre una persona que quiere trabajar aquí, en Vilvoorde, como imán. En el fichero adjunto encontrarás su identidad. Sé que se está planteando ir a Barcelona en febrero y que está casado allí. Cuanta más información puedas compartir sobre este individuo, ¡mejor!", indicaba el policía belga en su mensaje, en relación a su petición de información sobre Abdelbaki Es Satty.

La respuesta del correo

El correo electrónico fue remitido a un policía no adscrito al área antiterrorista, subrayan fuentes del cuerpo catalán. Tras recibirlo, el sargento consultó la base de datos de la policía autonómica. Respondió que no constaba ningún antecedente (dado que no había estado en ninguna cárcel catalana) pero añadió que Es Satty tenía un primo -Mostapha Es Satty- que había sido investigado en el marco de la 'operación Chacal', una de las operaciones activadas en España tras los atentados del 11-M. Mostapha no llegó a ser condenado porque la fiscalía retiró la acusación contra él. Al tratarse de una comunicación que no se articuló a través de los canales oficiales, los Mossos no activaron ninguna investigación.

Los antecedentes de Es Satty

El nombre del imán de Ripoll también aparece en la 'operación Chacal'. Su documentación se encontró durante el registro que el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) llevó a cabo en el domicilio de Mohamed Mrabet Fhasi, un carnicero de Vilanova i la Geltrú, que sí fue condenado en el juicio de la Chacal por la Audiencia Nacional -aunque años más tarde sería absuelto por el Tribunal Supremo- por reclutar terroristas, entre ellos, a Bellil Belgacem, que, tras marcharse a Irak, en el 2003 se suicidó asesinando a 19 soldados italianos y 9 iraquís en Nasiriya.

Durante aquel registro en casa de Mrabet, la de Abdelbaki Es Satty no fue la única documentación que apareció. No consta si los agentes estiraron este hilo y si llegaron a investigar a Es Satty. Si lo hicieron, aquellas pesquisas no fueron trasladas a los Mossos. Estos datos forman parte de la sentencia de la 'operación Chacal', una información pública.

Los Mossos no tenían constancia de que un imán con antecedentes penales por tráfico de drogas ejercía en Ripoll. No sabían que su nombre había aparecido en Chacal, una investigación antiyihadista. Por último, al tratarse de una comunicación informal, tampoco se interesaron por él cuando un policía local les envió el correo electrónico. Tres alarmas que nadie escuchó. 

Sin competencias

La segunda fase de la investigación abierta tras los atentados se va a centrar en las conexiones que la célula yihadista tenía en el extranjero y será llevada a cabo por la Policía Nacional y la Guardia Civil, sin que intervengan los Mossos, al no tener competencias para ello. Así se ha acordado este jueves en una reunión convocada por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, en la que ha participado la cúpula fiscal del organismo así como los mandos de información de los tres cuerpos policiales.