SEXISMO EN EL TRABAJO

Tres polémicas laborales machistas: recomiendan pantalón a las socorristas de Gijón

La imagen que se hizo viral

La imagen que se hizo viral / periodico

El Periódico / Madrid

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Las socorristas de la playa de Gijón tendrán que ponerse pantalón para trabajar, después de que un tuitero publicara comentarios machistas y fotos de dos de sus trabajadoras en las que se les veía la braga del bikini. Este caso es el tercero en el que se mezcla un conflicto laboral y machismo este verano. 

La medida responde a la controversia suscitada el pasado domingo, que se hizo viral en Twitter y llegó incluso a ser motivo de hilo en la página web 'Forocoches'.

La respuesta de la jefatura de Salvamento de este ayuntamiento asturiano a la polémica desatada ha sido, si cabe, más sexista aún, ya que ha recomendado a sus asalariadas que vistieran pantalón corto cuando estuviesen de servicio. Esta prenda forma parte del uniforme oficial, pero no es obligatorio.

Ni las protagonistas de las imágenes ni la jefa de Salvamento, Flor Palacio, han querido hacer declaraciones, según 'El Comercio'. Desde el consistorio, el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Esteban Aparicio, fue claro en 'La Nueva España': "Los uniformes no son indecentes, la indecencia está en la cabeza de alguno por ahí".

Los otros dos casos

Este no es el primer caso relacionado con uniformes que se produce en España durante el presente periodo estival. En Puertollano (Ciudad Real), el club automovilístico Cohete Sport y Lozano Producciones eliminaron sus 'chicas lavacamiones' de su concentración de trailers que iban a celebrar en septiembre.

Según recoge 'La Comarca de Puertollano', la petición surgió de Ana Muñoz, concejal de festejos, que recalcó que "ninguna actividad que denigre a la mujer será aceptada".

Asimismo, la cadena estadounidense de comida rápida Hooters, conocida por que sus trabajadoras visten un uniforme naranja y blanco muy corto, ajustado y escotado, desistió de abrir uno de sus restaurantes en el centro comercial Vilamarina de Viladecans (Barcelona) después de que políticos y ciudadanos protestaran. Aunque la compañía justificó su cambio de ida por problemas de espacio, el revuelo fue mayúsculo: en EEUU se conoce a estos locales como 'tetaurantes'.

Más precedentes machistas

Antes de estos choques laborales por sexismo, hay que recordar que el torneo de tenis Conde de Godó tuvo que pedir disculpas (aunque señalando a la agencia) tras la denuncia de una azafata de Schweppes que declaró  que ella y sus siete compañeras tuvieron que trabajar con minifalda y manga corta a pesar del frío que hizo durante la competición.

También en el ámbito deportivo, la Fórmula 1 y el Mundial de Motociclismo llevaron a Barcelona la polémica de las 'paragueras', las mujeres con vestuarios sugerentes que soportan la sombrilla a los pilotos.

El despido de seis trabajadoras de una gasolinera Aservi en Córdoba justo después de negarse a ir en minifalda, la guía de Patrimonio Cultural que clamó contra los tacones o la sentencia judicial que respaldó a una dependiente que se negó a ir maquillada son solo tres ejemplos más de que a veces el machismo muestra su cara más despreciable en el mundo laboral.