Los meteorólogos revelan su contribución a los mejores JJOO de la historia

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Augusto Magaña

Pronosticar las olas y las corrientes marinas en las competiciones de regatas, predecir el tiempo durante la ceremonia de inauguración o incluso vaticinar la dirección del viento sobre el pebetero del Estadio Olímpico fueron algunas de las misiones de los meteorólogos que participaron hace 25 años en los JJOO Barcelona'92.

Algunos de los técnicos del servicio meteorológico que participaron en los Juegos Olímpicos de 1992 se han reunido hoy en el Museo Olímpico y del Deporte de Barcelona para recordar el trabajo de meteorología realizado en la preparación y la celebración de aquellos juegos de verano, que este año celebran su 25 aniversario.

Los meteorólogos han recordado su intensa labor, que implicó "el conocimiento claro de cómo se comportaba el tiempo en cada una de las sedes, para hacer una predicción adecuada cada vez que nos la pidiesen", ha explicado el responsable de meteorología en los JJOO de Barcelona, Alejandro Martínez.

El meteorólogo, ya jubilado, ha revelado que las peticiones del Comité Olímpico eran "muy exigentes" y de lo más diversas: desde predecir la dirección del viento sobre el pebetero de la llama olímpica durante la inauguración por si se desviaba la flecha lanzada por el arquero Antonio Rebollo hasta determinar el estado del tiempo en cada uno de los tramos del maratón.

Desde 1989, el Instituto Nacional de Meteorología (INM), ahora Agencia Estatal de Meteorología, trabajó junto al Comité Olímpico en la instalación de casi veinte estaciones meteorológicas y en la elaboración de estudios preliminares sobre el clima, el viento y las corrientes de agua, vitales para la preparación de los JJOO.

"Solo en el estadio olímpico se montaron cuatro estaciones. Pero como aún estaba en obras, no teníamos dónde poner los módulos. Tuvimos que instalar los en unos lavabos portátiles que estaban ahí, para poder empezar a recibir información", ha recordado quien fue el representante del INM ante el CCOO, José Miguel Barrachina.

Martínez ha destacado que en esa época la tecnología no permitía la precisión que se puede tener hoy en día, pero aún así se les exigían datos muy específicos mientras que, al mismo tiempo, tenían que lidiar con los inconvenientes de tener que trabajar sobre espacios aún en construcción y con pocos medios.

Se les pedía mucha precisión, sobre todo, en competiciones como las regatas, para las que tenían que elaborar informes diarios sobre el viento y las corrientes marinas para los distintos equipos, que les exigían "información muy específica y complicada".

El meteorólogo asignado al equipo español de vela de los JJOO de 1992, Manuel Palomares, ha destacado que "por primera vez en unos juegos las regatas compitieron en una zona muy cercana a la ciudad, lo que suponía un gran reto para los meteorólogos, pues es casi imposible ser exactos estando tan cerca de la costa".

Martínez ha explicado que ante el éxito que tuvo el equipo español en la competición de regatas, donde ganaron 4 de las 10 medallas de oro, hubo equipos extranjeros que incluso les acusaron de "dar información privilegiada a los representantes de España".

Pero Palomares ha asegurado que eso era imposible, pues los "briefings" se hacían conjuntamente para todos los equipos de regatas y, además, "aún hoy en día, 25 años después, sigue siendo prácticamente imposible dar una predicción exacta sobre las corrientes de agua y el viento en la costa".

El actual delegado territorial en Cataluña de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Antonio Conesa, ha afirmado que "al igual que para la ciudad, para nosotros los JJOO implicaron un momento de cambio", pues estrenaron la actual sede de Aemet en Barcelona, junto al Puerto Olímpico.