análisis de los proyectos de inversiones

La Cambra de Comerç considera inviable el plan de obras prometido por Rajoy a Catalunya

Mariano Rajoy

Mariano Rajoy / periodico

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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El plan de inversiones en infraestructuras que prometió realizar el Gobierno central en Catalunya es "inviable" por las dificultades contractuales y de gestión administrativa, según ha denunciado este jueves la Cambra de Comerç de Barcelona. El plan, anunciado por el presidente Mariano Rajoy el pasado 28 de marzo ante 500 empresarios, prevé destinar 4.185 millones de euros desde este año y hasta el 2020, más otros 2.000 hasta el 2025, sobre todo en los ferrocarriles de cercanias.

Según la Cambra, se trata de reactivar “actuaciones ya previstas que se habían quedado pendientes sin visión de conjunto y futuro”, pero no de un “auténtico plan de infraestructuras, en especial de Rodalies”, anunció el presidente de la entidad, Miquel Valls. Según su análisis, “los presupuestos no son creíbles, los plazos no son realistas y las expectativas van encaminadas a que no haya dinero para cumplirlos por las exigencias de Bruselas, lo que generará “frustración”, avisó. Una advertencia que va en la línea de las de otras patronales, como Pimec.

Las gráficas de inversiones de los últimos años evidencian el bajón, casi en picado desde el 2009, que a partir del 2011 cae por debajo de los niveles anteriores a la crisis económica. Las cifras de ejecución, también según sus datos, no llegan al 70% de cumplimiento desde el 2013, llegando a solo el 52,9% en el 2016, y el retraso acumulado llega ya a los 10 años.

Valls no ahorró críticas a las administraciones, a quienes exigió que se coordinen para llevar adelante los proyectos. A su juicio, uno de los principales problemas es el sistema de funcionamiento de la Administración estatal, que exige revocar contratos y volver a convocar concursos cuando hay cambios en los proyectos, “No puede ser que se pasen un año para estudiar a quién le conceden el estudio previo de un proyecto, porque eso es gastar tiempo y dinero innecesariamente”, señaló.

LA CONEXIÓN CON LA T-1

El presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona puso varios ejemplos, entre ellos el nuevo acceso ferroviario a la T-1 en el aeropuerto de El Prat. “Es la única gran obra en marcha con el túnel que hace Adif, pero no se ha licitado la superestructura, señalización y explotación de la vía, lo que puede hacer que se acabe el túnel pero no se sepa qué hacer con él”, explicó. La Generalitat espera que sea Ferrocarrils de la Generalitat quien se haga cargo del tramo, mientras que el Gobierno supone que lo hará Renfe, aunque las competencias para decidir quién es el operador las tiene el Gobierno catalán.

La disputa también afecta al modelo de línea que se quiere. Para el Gobierno, puede ser una extensión de la línea de Rodalies, para la Generalitat, una lanzadora con otros trenes y otro operador, aventuró Valls.

PRIORIDAD EN CERCANÍAS

Para los empresarios, sin embargo, la inversión más importante en infraestructuras que ha de realizar el Gobierno es mejorar la red ferroviaria de cercanías. Es la partida en la que el Ejecutivo de Rajoy promete más ingresos. Valls reconoció que Adif está ahora invirtiendo en procesos de señalización, gestión de tráfico (ERTMS), comunicaciones y un nuevo sistema de control de tráfico centralizado (CTC), “menos visibles pero también necesarios”.

Sin embargo, reclamó mejoras, no solo en el servicio y la puntualidad, imprescindibles si se quiere completar el plan municipal de reducir los coches en la ciudad, sino en la dotación y los accesos a 17 estaciones, como Rubí, Granollers Centre, Sabadell, Figueres o Tarragona.

También destacaron la urgencia de las obras en Montcada, donde los vecinos se manifiestan periódicamente para reclamar el soterramiento de las vías que el Ministerio de Fomento prevé para el 2020. “No tiene sentido vincularlo al plan de infraestructuras cuando no hay ni el proyecto, ni el estudio. Hay que decirles a los vecinos de Montcada que solo poner esto en marcha va a tardar al menos cuatro años”, anunció Valls.  

“El desdoblamiento de la línea R3 (L’Hospitalet-Puigcerdà) está todavía en fase de estudio y proyecto cuando hace más de 15 años que se habla de ello”, afirmó Valls. Lo mismo ocurre con el nudo de L’Hospitalet, que “aligeraría mucho el tráfico entre el norte y el sur”, porque supone la ampliación del  intercambiador de la Torrassa que ya cubre la línea 1 y la línea 9 del metro para enlazar con las de Rodalies C-2 y C-4 . También está pendiente de tramitación administrativa, dotación presupuestaria y plazos.

LA ESTACIÓN DE LA SAGRERA

La gran obra ferroviaria en Barcelona, la estación de La Sagrera, desde la que se habla desde los Juegos Olímpicos, fue adjudicada en el 2010 y su inauguración estaba prevista en el 2020. La construcción, que está bajo investigación judicial porque acumula sobrecostes de 82 millones, y de la que solo se ha licitado en los últimos años un carril bici por 30.000 euros. El proyecto, sobre el que preguntaron al Gobierno en carta conjunta la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el ‘conseller’ de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, al día siguiente de la presentación de Rajoy ante los empresarios, está también parado, aunque responsables de Fomento han prometido reanudar las obras este junio.

Tampoco se contempla, recuerdan, el túnel de Horta, un proyecto de infraestructura que rescató del olvido el año pasado el ‘conseller’ de Territori, Josep Rull, para crear una nueva línea de Ferrocarrils entre el Vallès y Barcelona a través de las montañas de Collserola y que no ha contado con el beneplácito del Ayuntamiento. “El equipo municipal solo piensa en la L9 pero a nosotros nos parece importante”, reclamó Valls.

EL CORREDOR MEDITERRÁNEO

El corredor ferroviario mediterráneo es otra de las infraestructuras que reclama la Cambra y cuyas obras se suponen entran en la partida de 367 millones de euros que ha previsto Adif para lo que no es Rodalies (1.800 millones) ni el acceso al aeropuerto (otros 285 millones). Fomento prometió tres tramos claves, entre ellos el de Tarragona y Vandellós, meses después del acto de los empresarios valencianos exigiendo la infraestructura para sus mercancías.

La Cambra reclamó también que se resuelva de una vez el tema del ancho de vía europeo, después de que la Comisión Europea haya vuelto a amonestar a España.

LAS CARRETERAS

El plan de infraestructuras también promete 853 millones para carreteras en las que se prevé actuaciones que ya estaban en curso, como la mejora de la seguridad vial de la N-II en Tordera, la duplicación del tramo Maçanet-Orriols en la N-II, o la autovía Lleida-Roselló, que están previstas que se inauguren este año. En el mismo paquete figuran, ya para el año próximo, en enlace de Castellbisbal de la A2-AP7, la conexión de la Ronda Litoral con la C-32, el enlace de Vidreres y Maçanet-Sils y los nudos de Pontós y Garrigàs, todos ellos en la N-II.

Para los dos años siguientes, Fomento prevé acabar la variante de Vallirana, el tramo Olesa-Viladecavalls de la B-40, el nuevo acceso viario sur el puerto de Barcelona o la variante Valls-Montblanc de la A-27. Pero se deja de lado la construcción del llamado Cuarto Cinturón, la B-40 o autovía de circunvalación de Barcelona, que unirá Terrassa, Sabadell y Granollers en la llamada Ronda del Vallès, de la que se lleva hablando desde 1968, según los empresarios. “El estudio ambiental del ministerio era del 2003, se revisó en el 2009, y estamos en el 2017 y no se ha hecho nada”, proclamó Valls.