obras de mejora

Una estación para alpinistas

Indignación en Granollers por las dificultades de acceso a la parada ferroviaria del centro

ALBERT SEGURA / GRANOLLERS

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A veces el remedio es peor que la enfermedad, o al menos temporalmente. Eso es lo que opinan los usuarios de la estación de tren de Granollers Centre, que desde hace dos meses ven que llegar a los andenes centrales es una aventura imposible para aquellas personas que tienen problemas de movilidad, desde minusválidos con sillas de ruedas hasta gente mayor, pasando por padres y madres con cochecitos. Aun así, es un problema temporal para introducir una mejora, dado que las obras que impulsa Renfe tienen que dotar a la estación con tres ascensores y una cubierta para el andén principal.

Se trata de unas modificaciones que la compañía está llevando a cabo en la principal parada de la capital vallesana, por donde discurren las líneas 2, 8 y 11 de Rodalies. Los trabajos, que supondrán la creación de un juego de ascensores que permitirán llegar a todas las vías a través del paso subterráneo, empezaron con polémica, ya que se tenían que haber iniciado en noviembre del año pasado y lo hicieron en febrero.

PASARELA AÉREA

El problema llegó cuando se decidió cortar el paso soterrado en mayo, por lo que se construyó una pasarela aérea para sustituirlo, con el fin de que los usuarios pudiesen llegar a los andenes centrales. Sin embargo, esta alternativa no estaba prevista para que fuera utilizada por usuarios con problemas de movilidad, que deben recurrir a ayudas de terceros para lograr superar este obstáculo.

“Han instalado este paso de 66 escalones, y para mí, que soy mayor, subirlos me supone un grave problema, aún peor para aquellos que van en silla de ruedas”, explica Ramon Bosch, vecino de la localidad que a sus 65 años ha visto cómo coger el tren se ha convertido en una odisea. Hasta la fecha, los usuarios disponían de un paso para cruzar las vías andando, pero por motivos de seguridad se ha optado por cerrar esta opción, lo que ha generado malestar entre los usuarios.

“No hay más remedio que cruzar con la bicicleta a cuestas”, añade Santi Pérez, un usuario que se sube su otro medio de transporte al hombro para seguir su recorrido en sentido norte. El agravio, según los pasajeros, está en que se prevé que las restricciones se prolonguen hasta mediados de verano, dado que en septiembre se calcula que las obras habrán llegado a su fin.

CAMBIO DE ESTACIÓN

Mientras tanto, por megafonía se informa a los usuarios con problemas de movilidad de que pueden dirigirse a la estación de Les Franqueses, al norte de Granollers, con ascensores que les facilitan el acceso a los trenes. Entre aviso y aviso, por los altavoces la compañía informa de que el próximo tren en sentido Sant Celoni tiene accesos habilitados para personas con movilidad reducida, lo que levanta alguna carcajada forzada entre los pasajeros.

Por ello, los vecinos han levantado la voz, y este lunes se han concentrado en señal de protesta en la estación. El ayuntamiento y la Generalitat tomaron cartas en el asunto para reclamar a Renfe mejoras para los usuarios que tienen dificultades para tomar el tren, por lo que la compañía se ha comprometido a atender a los usuarios con problemas de movilidad para acompañarlos en el cruce de vías.

El responsable de Rodalies de Renfe, Fèlix Martín, ha informado al alcalde de Granollers, Josep Mayoral, y al secretario de Infraestructures i Mobilitat de la Generalitat, Ricard Font, que la idea es reabrir cuanto antes el paso subterráneo, ya con ascensores, con la previsión de hacerlo efectivo este mismo verano.