Cruzar las vías en Montcada, entre la ruleta rusa y el juego de la oca

La ciudad, en la que han fallecido 169 personas arrolladas por trenes, espera que el compromiso de Fomento no quede en papel mojado como en el 2007

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ALBERT SEGURA / MONTCADA I REIXAC

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Montcada i Reixac encara el anuncio del soterramiento de las vías de la línea R2 a su paso por la localidad como una victoria que no podrá ser celebrada hasta que las vías desaparezcan de verdad de la superficie. Son ya muchos los compromisos de Madrid con la ciudad, y por ello no se quieren hacer demasiadas ilusiones hasta que sea una realidad y puedan moverse por el centro sin tener que jugar a un híbrido de ruleta rusa y juego de la olca, sorteando pasos a nivel, trenes pasando a altas velocidades y puentes sobrevolando plazas y casas.

El primer compromiso del 2007 llegó a adjudicar los proyectos básico y ejecutivo a la empresa Idom. El objetivo era poner los cimientos para soterrar de una vez por todas las vías, una obra que daría paso a una Montcada unida, donde el tren dejaría paso a un paseo que los montcadenses pudiesen disfrutar. No fue así, y las penurias económicas hicieron caer el proyecto del listado de prioridades de Madrid, dejando la ciudad con una sensación de desamparo.

Los trabajos se tenían que hacer a la vez que se proyectaba la línea de alta velocidad a su paso por el municipio, pero mientras esos trenes ya circulan, los Rodalies siguen interfiriendo en la vida diaria de las personas. Las barreras de los pasos a nivel, que suben y bajan 196 veces cada día, no son freno para los vecinos, que no pueden perder tiempo esperando a que los trenes crucen, aseguran. Por ello, muchos (por no decir casi todos) se juegan la vida y pasan pese a las advertencias acústicas.

Tales aventuras no siempre acaban bien. A lo largo de la historia, han sido 169 las personas que han muerto arrolladas por el tren en la localidad. Algunos de los casos son suicidios, pero la mayoría son accidentes y descuidos, ya sea de gente mayor que no tiene tiempo suficiente de cruzar o de personas jóvenes que caen accidentalmente a las vías.

A la espera de que arranquen los trabajos, ya se han empezado a hacer pequeñas obras. "El día 4 nos visitó el presidente de Adif, y cuando le hicimos pasar por la puerta de hierro que da acceso a los peatones, que parece que estemos en los años 30, nos dijo que le llegó al alma, y a los días ordenaron mejorarla", explica la alcaldesa de Montcada, Laura Campos.

Mientras tanto, los vecinos de Montcada seguirán jugándose el tipo para hacer su día a día, rezando para que mientras aguardan el soterramiento la cifra de muertes por arrollamientos ferroviarios no crezca mucho más.