Dos españoles ganan premio Howard Hughes de 650.000 $ para investigar 5 años

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Dos científicos españoles, los dos vinculados a la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, Tomás Marqués-Bonet y Rubén Moreno Bote, han sido premiados hoy por el Howard Hughes Medical Institute con la distinción International Early Career Award, dotado cada uno con 650.000 dólares repartidos en cinco años.

El Howard Hughes Medical Institute (EEUU) ha anunciado hoy los ganadores del premio International Early Career Award, galardón que concede a científicos jóvenes en el campo de la biomedicina, y que ha otorgado a 41 candidatos seleccionados de entre más de 1.400 nominaciones de todo el mundo, y Marquès Bonet y Moreno Bote han sido los únicos que pertenecen a una universidad española.

Tomás Marqués-Bonet (Barcelona, 1975) es el director del Instituto de Biología Evolutiva (IBE) -centro mixto entre la UPF y el CSIC- y profesor de investigación en la UPF, y Rubén Moreno Bote (Madrid, 1976) es el jefe del Grupo de Neurociencia Teórica y Cognitiva de la Universidad Pompeu Fabra.

Un comité de científicos distinguidos examinó más de 1.400 solicitudes en el proceso de selección, donde evaluaron tanto el impacto de los trabajos anteriores como las perspectivas de futuro de los investigadores.

Los expertos también dieron especial importancia a las habilidades y los talentos de cada candidato.

Marqués-Bonet ha expresado su satisfacción por el premio y ha reconocido que "este tipo de premios te permiten realizar proyectos más arriesgados que con el tiempo pueden posibilitar la expansión de los límites del conocimiento, ya que son mucho más flexibles que convocatorias convencionales".

Su objetivo durante los próximos cinco años es desarrollar un catálogo de las variaciones genómicas entre los grandes simios para poder aplicarlo a la conservación y para entender mejor el origen evolutivo de los humanos.

El investigador, que también colabora con el Centro Nancional de Genómia y el Centro de Regulación Genómica (CNAG-CRG), ha añadido que "el enfoque evolutivo puede aportar muchos datos sobre las adaptaciones que tenemos e incluso tener implicaciones biomédicas".

Por su parte, el equipo de Moreno Bote se adentrará en el estudio de los factores que limitan la información sensorial al cerebro.

"Como muestran algunos pacientes del síndrome de Asperger, la capacidad real del cerebro podría ser muy superior a la que normalmente experimentamos. Pero, ¿cuáles son los factores que ponen freno a nuestras capacidades?", se ha preguntado Moreno Bote, también muy satisfecho por el reconocimiento internacional.

Para el investigador del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la UPF, "entender qué factores limitan la información al cerebro y conocer los agentes externos que reducen el procesamiento de esta información podría tener un impacto muy positivo en educación y también nos permitirían entender la diferencia entre la inteligencia artificial y la humana".