Bangladesh recuerda el derrumbe del Rana Plaza con protestas y flores

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Familiares y supervivientes recordaron hoy con flores y lágrimas el cuarto aniversario del derrumbe del complejo textil Rana Plaza, que causó más de 1.100 muertos y 2.500 heridos en la capital bangladesí, mientras los trabajadores del sector exigieron justicia para las víctimas.

Cientos de personas desafiaron a la intensa lluvia y se reunieron en el suburbio de Savar, a las afueras de Dacca, en las cercanías del lugar en que se encontraba el edificio de nueve plantas que se derrumbó en 2013, para hacer una ofrenda por los fallecidos.

La Policía impidió la concentración junto al enorme agujero que hay en el sitio donde se derrumbó el Rana Plaza y la gente fue dejando flores en el lugar.

Tras hacer las ofrendas, el frente sindical del sector textil Sramik llevó a cabo una manifestación para exigir que se juzgue de inmediato al dueño del complejo siniestrado, Sohel Rana, y los otros presuntos responsables de la catástrofe.

"Queremos que los responsables sean juzgados inmediatamente. Es una pena que el juicio a Sohel Rana y los otros no haya podido empezar en cuatro años", indicó a Efe Soumitra Kumar, uno de los líderes del sindicato.

Además, indicó que exijan que las víctimas sean compensadas "de manera adecuada" y se creen oportunidades de trabajo para ellas.

Una encuesta presentada el sábado por la ONG Ayuda en Acción Bangladesh realizada a 1.403 supervivientes de la tragedia reveló que alrededor de un 30,8 % de los afectados aún están bajo los efectos del trauma y un 42,2 % están desempleados.

"El Gobierno debería construir un hospital en el lugar para los trabajadores del textil", indicó.

En la zona cero, uno de los familiares de las víctimas, Sukumar Das, no pudo contener las lágrimas al recordar a Efe cómo su mujer, Golapi Rani Das, perdió la vida hace hoy cuatro años.

"Trabajaba en el tercer piso como ayudante. No me acuerdo del nombre de la fábrica", explicó, al afirmar que lo que sí recuerda muy bien fue cómo aquel día buscaron por todas partes hasta que al atardecer terminaron encontrando su cuerpo en un hospital.

"Mi vida no ha vuelto a ser la misma, cada vez que puedo vengo aquí. Hoy llegué antes que nadie, a las 5.00", dijo Das, que sigue adelante con sus tres hijos.

Una mujer que sobrevivió aquel día, Sharmin Akter, indicó a Efe que ahora apenas tiene dinero para salir adelante con lo poco que gana su marido.

"Me rescataron a las 10 de la noche con las piernas rotas y un hierro insertado en mi mano. Todavía tengo infección y perdemos en mi tratamiento el dinero que mi marido gana duramente", lamentó Sharmin.

El pasado 18 de julio un tribunal del distrito de Dacca acusó a 41 personas, incluido al dueño del complejo por varios delitos incluidos el de homicidio.

Sin embargo el juicio, cuyo inicio estaba previsto para septiembre, se ha ido posponiendo con diferentes incidencias procesales y aún no ha podido empezar.