El Ejército ugandés abandona tras cinco años la búsqueda de Joseph Kony

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El Ejército de Uganda anunció hoy que pone fin a cinco años de búsqueda infructuosa en la República Centroafricana (RCA) del líder del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, en sus siglas en inglés), Joseph Kony.

"Ya no supone ninguna amenaza significativa para la seguridad de Uganda", se afirma en un comunicado emitido por el Ejército.

El primer grupo de tropas procedentes de la RCA ya ha regresado a su base militar del distrito de Gulu, en el norte de Uganda.

De acuerdo con las Fuerzas Armadas, la decisión de repatriar a las tropas que buscaban al líder rebelde se ha tomado porque "la misión de neutralizar al LRA se ha cumplido en su totalidad".

"Comandantes como Dominic Ongwen, Okot Odhiambo y otros combatientes han sido capturados, liquidados o se han rendido", añade el texto, en referencia a algunos de los subordinados más destacados de Kony.

Según el Ejército, Kony dispone en estos momentos de "menos de cien combatientes" y su milicia es "débil e ineficiente".

Bajo las riendas de Kony, buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra desde 2005, el LRA ha asesinado, mutilado, secuestrado y violado a miles de personas, en su mayoría niños, desde finales de la década de los 80.

La tarea de capturar a Kony queda ahora en manos del Ejército de la RCA.

El Gobierno ugandés desplegó en 2012 de manera unilateral al Ejército en la RCA.

Un pequeño grupo de tropas de elite estadounidenses se unió después a las labores de los efectivos de Kampala y una fuerza especial de la Unión Africana se incorporó más tarde a las operaciones.

El Gobierno de Washington retiró recientemente a sus tropas de la misión para encontrar a Kony.

El LRA se caracterizó por mutilar, secuestrar y sembrar el territorio de minas antipersona durante la guerra civil de dos décadas que vivió el norte de Uganda.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) calculó en su momento que unos 20.000 niños habían sido capturados por el LRA y convertidos en soldados o esclavos sexuales de los comandantes de más rango.

El conflicto provocó el traslado a campos de refugiados de más de dos millones de personas y afectó gravemente a la economía y el tejido social de una región que sigue siendo, a día de hoy, la más pobre de Uganda.

Aunque el Gobierno y los rebeldes nunca han llegado a un acuerdo de paz, la guerra terminó en 2006, después de que el LRA se viera forzado a abandonar el territorio ugandés, trasladándose primero al actual Sudán del Sur y más tarde a la República Democrática del Congo (RDC) y a la RCA.