Un exalcalde de Llavaneres cazado escondido y armado junto a la casa de un funcionario al que acosó

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GUILLEM SÀNCHEZ / BARCELONA

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Los Mossos d’Esquadra sorprendieron este lunes por la noche a Bernat Graupera, exalcalde de Sant Andreu de Llavaneres por la desaparecida Unió Democràtica de Catalunya, armado y escondido en un párking del Eixample de Barcelona. Se trata del lugar en el que aparca su coche un funcionario de la misma población que lo denunció por 'mobbing' cuando ambos formaban parte del mismo equipo municipal. 

Los agentes encontraron a Graupera cuando ya estaba saliendo del aparcamiento. Tras identificarlo comprobaron que en una mochila ocultaba dos cuchillosun spray de pimienta y una braga para ocultar el rostro.

ROSTRO OCULTO

La patrulla policial había acudido a este párking tras recibir el aviso de un vecino que había llamado al 112 para avisar de que acababa de entrar en el recinto un hombre con el rostro oculto por una capucha y una braga. 

El funcionario de Llavaneres también había visto al encapuchado misterioso en las escaleras del aparcamiento. Sobre las cinco y media de la tarde, él aparcó su vehículo y tomó las escaleras para salir del recinto. Iba con su hija pequeña y se topó con Graupera. Entonces no lo reconoció porque este se esforzó en ir rotando paulatinamente para darle la espalda en todo momento cuando ambos se cruzaron. Tras dejar a la menor en su domicilio regresó al aparcamiento porque sospechó que podría tratarse de un ladrón.

Cuando volvió, los agentes ya estaban interrogando al encapuchado. Decidió acercarse y descubrió que el encapuchado era el exalcalde de Llavaneres. 

ACOSO, AMENAZAS Y RUEDAS PINCHADAS

El funcionario avisó a los policías de que conocía al encapuchado porque mantenía con este un litigio judicial desde que ambos coincidieron en el ayuntamiento de la población del Maresme.

En octubre del 2014, Graupera fue condenado a 13 meses de prisión y a 33.000 euros de multa por un juzgado de Mataró por ‘mobbing’ contra este técnico. La sentencia, ratificada por la Audiencia de Barcelona, consideró probado que Graupera acosó laboralmente al trabajador porque lo apartó de sus funciones con el propósito de "degradarlo moralmente".

La celebración del juicio tuvo dos fechas distintas. Pocos días antes de las dos, la inicialmente prevista y la definitiva, el vehículo de la víctima apareció con dos ruedas pinchadas. Una delantera y otra trasera. Cortes laterales practicados con una arma blanca.

Antes del juicio, el funcionario de Llavaneres denunció también que Graupera lo llamó a través del teléfono fijo y le dijo: "Si queréis estar tranquilos, tú y tu familia, retira la querella que me has puesto". El incidente también fue denunciado y arrancó un proceso judicial en paralelo que actualmente está a punto de llegar a juicio. 

MÁS RUEDAS PINCHADAS

La abogada del funcionario, Olga Arderiu, ha explicado que tres concejales que participaron en la moción de censura que derrocó a Graupera en Llavaneres también han sufrido pinchazos en las ruedas.

El exalcalde implicado, en declaraciones a la ACN, ha explicado que se encontraba en el párking porque estaba "investigando" el "enriquicimiento ilícito" por parte del funcionario.