El documental "Empatía" visibiliza el sufrimiento animal y el consumo diario

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El documental español "Empatía: Una historia sobre el respeto animal contada por un escéptico", dirigido por el catalán Ed Antoja, pretende concienciar sobre la realidad y el sufrimiento de los animales y los hábitos de consumo diario de la población.

La cinta aborda la cuestión de la ética animal de forma integral, poniendo de relieve "nuestra forma de alimentarnos, pero también cómo nos vestimos, cómo nos divertimos o cómo experimentamos con los animales no humanos", ha explicado Antoja a

Al "principio de este proyecto no era consciente de lo que había detrás de esta cuestión", ha asegurado.

En "Empatía" se refleja "un problema de desconocimiento" de cómo se manufacturan los productos que a diario consumen los ciudadanos en sus hogares.

La película presenta el problema a través de "una mirada con cierto humor e ironía e incluso con cierta frivolidad y cinismo por parte del personaje".

Generalmente, se considera algo natural ordeñar una vaca, esquilar una oveja o recoger los huevos que ponen las gallinas, pero se trata de un tema de "inercia cultural", en palabras de Antoja, de "no plantearse que podemos cambiar ciertas cosas mirando de frente el problema, no cayendo en el desconocimiento por pereza".

Ha añadido que esta "inercia cultural que defiende tradiciones como la tauromaquia" no se puede presentar como cultura, ya que "la tradición no es cultura, al contrario, con la cultura superamos las tradiciones."

Un desconocimiento que refleja la indiferencia con la que se suele abordar el tema entre el público, pero fue precisamente este enfoque lo que sedujo a la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) para apoyar el proyecto.

"Un proceso natural que parte del desconocimiento" y para llegar "a entender (una persona) tiene que informarse", y eso es lo que "quisimos reflejar en la cinta", ha explicado Antoja.

El "documental dentro del documental", que parte del proceso personal, está dirigido a "las personas preocupadas por el sufrimiento animal" y a las que aún no se lo plantean, más que denunciar una situación evidente, dando pasos atrás para que el espectador "recorra su propio camino".

La presidenta de la Fundación FAADA, Carla Cornellá, ha asegurado que "el veganismo no es una cuestión de batallas, sino de concienciar a la gente".

Y es que a pesar del peso de la tradición y la cultura culinaria española, "el veganismo está en auge", ya que según el director, "cada vez hay más restaurantes y tiendas de productos veganos, en torno a un 95 % más", lo que significa que no es una moda, y que la gente "está respondiendo poco a poco a la necesidad de cambiar ciertos hábitos", sobre todo de consumo en alimentación.

Unos hábitos de consumo alimentario que representan la mayor parte del sufrimiento y cautiverio al que la ganadería intensiva somete a los animales.

En la película se muestra que la ganadería intensiva es, además, una de las grandes responsables de la emisión de gases de efecto invernadero, datos que según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) llegan a un 18 por ciento del total.

La cinta es una producción de FAADA-La Diferencia y la distribuidora en España es Begin Again Films.