Musical.ly: los adolescentes reinventan el 'playback'

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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La última sensación adolescente se llama Musical.ly y es una 'app' que permite al usuario grabarse con el móvil mientras baila o simula que canta al ritmo de la música. El 'playback' de los antiguos musicales televisivos, ahora llamado 'lipsync', se ha convertido en la nueva diversión de chavales de entre 13 y 17 años que versionan cantando y bailando sus canciones favoritas con efectos espectaculares de vídeo. Y está arrasando. Ya está entre las 30 apps más descargadas para Android y las 50 para iPhone en España.

El 'boom' ha sido muy rápido: lanzada en abril del 2014, el pasado junio tenían 130 millones de usuarios registrados (40 millones diarios) en todo el mundo y ahora ya hablan de 200 millones registrados. La viralidad la lograron con un truco bien simple: incluyeron desde el principio la opción de compartir los vídeos en Instagram o Facebook (dicen que en Snapchat no es posible técnicamente), y añadieron el logo de la 'app' por defecto. Así, todos los 'instagramers' que lo veían sabían que el vídeo venía de Musical.ly.

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Cada día se crean 12 millones de vídeos en Musical.ly. Tenemos un público que por edad está más implicado en redes sociales que cualquier otro”, explica Stefan Heinrich, responsable de Musical.ly para España y América Latina.

Y es que los vídeos de Musical.ly están pensados para potenciar los recursos del móvil: cámara delantera para autograbaciones, filtros de colores o de caras, 'timelapse' (imagen rápida)… para editar un formato de 15 segundos máximo que se reproduce en bucle.

Hay quien le echa paciencia para hacer ‘stop motion’ (animación plano a plano), como @elkiekoshi, capaz de animar cada uno de los ingredientes de una receta de cocina, o @alaliiceofficial, que usa recortables. Muy pocos recurren a editar con programas externos, como la estrella de Vine, Zack King, que acaba de firmar por ellos.

DESCUBRIR ARTISTAS

La 'app' se ha convertido también en una plataforma para descubrir música o popularizar artistas gracias a sus acuerdos con discográficas. Lady Gaga, Ariana Grande, Selena Gómez o Shakira han accedido a hacer 'playback' de ellas mismas. O la protagonista de ‘Figuras Ocultas’, Taraji P. Henson, con más de 10 millones de seguidores en Instagram, que usa Musical.ly para mostrar su faceta más rapera (@iamtaraji).

Hay ‘musers’ (el nombre de los usuarios) tan curiosos como el perrito @jiffpom, con 8,2 millones de fans (el doble que en Instagram), que aparece con algunos amigos humanos y que es capaz de acumular más de 920.000 'likes' de un vídeo en el que hace 'skateboard' por casa. O familias ‘ideales’ como The Supercole, que explotan su parecido con los héroes de Frozen. Aunque la mayoría del contenido son chavales imitando a sus ídolos con más o menos gracia.

AMPLIAR TEMAS

La red social trabaja actualmente en captar a público más mayor (no admiten menores de 13 años, aunque como en el resto de redes no se comprueba) ofreciendo temas más variados. “Alex Zhu, nuestro fundador y visionario, está siempre pensando cómo innovar la plataforma para que siga siendo interesante escuchando a nuestros usuarios, así que acabamos de lanzar las ‘categorías’ para que se encuentren mejor los temas, como comedia, estilo, deportes, animales, juegos o nuevos talentos”, añade Heinrich.

Pero tanto furor adolescente aún está buscando la vía para rentabilizarse. “Todo es aún muy nuevo, y las marcas aún la están descubriendo, como ocurre con Facebook LIve o Instagram Stories. Puede que sea el próximo 'boom' en vídeo, veremos. Aún vamos todos un poco perdidos”, afirma Joan Luque, de la agencia de talentos Influency, especializados en ‘instagramers’. 

La misma opinión tiene Patricia González, directora de márketing de 2BTube, una agencia especializada en 'youtubers'. “Nos hemos encontrado con Musical.ly porque algunos de nuestros representados lo usan, pero no sabemos mucho de ello aún”. En Instagram o Youtube, la mayoría de los ingresos proceden de las “colaboraciones con marcas” de ropa, deporte y bebidas que el creador cobra por exhibir.

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Musical.ly basa su modelo de negocio en publicidad tipo Youtube pero de momento solo en Estados Unidos y confiesa que están “experimentando fórmulas de rentabilidad para los creadores, que son la base de la plataforma”. No cobran a sus usuarios, aunque estos pueden adquirir unas monedas virtuales en la app (en bonos desde 0,99 euros a 99,99 euros) con las que pueden recompensar el trabajo de los artistas o adquirir filtros y funciones para los vídeos, en lo que parece ser una de las posibles vías de negocio. 

“El tipo de público, tan adolescente, puede ser un inconveniente para rentabilizar los vídeos porque las marcas buscan más a mayores de 24 años, con poder adquisitivo propio”, apunta Luque.