Las 'niñas probeta' reprueban el mal uso de la ciencia

Louise Brown, el primer 'bebé probeta' del mundo, y Victoria Anna, pionera en España, opinan que hay límites que no deberían traspasarse, como la maternidad muy tardía y los niños a la carta

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zentauroepp37315246 barcelona 16 02 2017 de izquierda a derecha louise brown y170216221114 / FERRAN SENDRA

IMMA FERNÁNDEZ / BARCELONA

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“No me siento especial pero otros piensan que lo soy. He ayudado a seis millones de familias; los niños que han nacido después de mí con la misma técnica”. Lo dice la inglesa Louise Brown, nacida el 25 de julio de 1978 bajo el foco mundial y un sobrenombre, ‘la niña probeta’, que le ha acompañado desde su gestación. Lo curioso es que también le adjudicaron un nombre, Louise, de forma 'antinatural'. Asegura que no sabe de dónde salió. 

“Mi madre estaba sedada por la cesárea y ni siquiera sabía si era un niño o una niña. No habían decidido mi nombre”. Se hablaba, en los medios, de llamarla Patricia, en honor al doctor Patrick [Steptoe], quien junto al Robert Edwards hizo posible ese ‘milagro’ con el que se llevaron el Nobel de Medicina. “En los periódicos aparecí como Louise, a mis padres les pareció bien y así me quedé”, dice la joven, que ayer recibió, junto con la barcelonesa Victoria Anna, el 13º Premio Fundación Salud de la Mujer. 

Cuenta Louise que a los 4 años sus padres le mostraron el vídeo de su nacimiento y le dijeron que había sido “diferente” al de otros niños. “Crecí con mucho ruido alrededor, forma parte del paquete, pero de cría no era consciente”. Poco a poco fue descubriendo lo que significaba. “Veía las entrevistas de mis padres y lo hablábamos. Me sentí orgullosa”.

REVUELO MEDIÁTICO

Su madre, Lesley, se encargó de alejarla del revuelo mediático para que tuviera una “infancia normal” y los doctores Steptoe y Edwards entraron a formar parte de la familia. "Eran mis abuelos”. Cuatro años después de entrar en la historia, llegó su hermana Natalie, que ostenta otro título: la primera ‘niña probeta’ en ser madre. “Está loca, tiene cinco hijos”, suelta Louise, madre de dos niños gestados de forma natural que reprueba la fecundación tardía -"más allá de los 40 años yo no sería madre", dice, y los niños 'a la carta'.  "A mí me hubiera gustado tener una niña pero no la voy a comprar".

Victoria Anna, nacida en el Instituto Dexeus en 1984, asegura haber llevado con total “normalidad y sin estigma alguno” la etiqueta de primer ‘bebé probeta’ de España. “Yo no tuve un momento sofá en el que mis padres me explicaran lo acontecido. Iban adaptando la información a mi edad para que fuera entendiéndolo poco a poco”. Sí recuerda durante la adolescencia algunas “bromas de sus amigos”. “Pero no eran malintencionadas sino graciosas, nunca negativas”. 

 “Yo solo soy una consecuencia: de unos médicos innovadores y de unos padres que querían tener un hijo", sostiene la joven barcelonesa. "Estoy encantada de ser imagen de algo positivo”. Victoria Anna coincide con Louise y los doctores Pedro N. Barri y Anna Veiga en la necesidad de plantear ciertos límites a la ciencia cuando esta se descarría. “Con el tiempo los objetivos de las técnicas se desdibujan y traspasan la cuestión médica, como serían los niños a la carta sin finalidades de curación”.