La policía del fuego

UNA PERSONA MUERTA Y 15 HERIDAS EN UNA EXPLOSIÓN EN UN PISO DE PREMIÀ DE MAR

UNA PERSONA MUERTA Y 15 HERIDAS EN UNA EXPLOSIÓN EN UN PISO DE PREMIÀ DE MAR / jma

GUILLEM SÀNCHEZ / BARCELONA

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En la película 'Llamaradas' (1991) Donald ‘Sombra’ Rimgale investiga las causas que han provocado incendios en los que han muerto miembros del equipo de un aspirante a la alcaldía de Chicago que ha reducido el presupuesto de los bomberos de la ciudad. El personaje de esta película, interpretado por Robert de Niro, trabaja bajo una presión enorme porque debe aclarar cuanto antes si los fuegos han sido provocados y, por lo tanto, se trata de asesinatos. "Han sido ratones con cerillas", responde impertérrito para sacarse de encima a los que atosigan con preguntas impacientes.

El subinspector Antoni Godall, a cargo de la Unitat Central de Investigació Ocular de los Mossos d’Esquadra, no ha visto 'Llamaradas' -incomprensiblemente-. Pero responde con el mismo aplomo que 'Sombra' Rimgale cuando se le pregunta si nota la presión de aseguradoras, familiares o poderes políticos mientras su equipo, formado por 13 agentes, redacta un veredicto acerca de la etiología de un fuego que acarreará consecuencias notables, tanto económicas, como penales. Así ocurrió no hace tanto en Premià de Mar, cuando una explosión accidental en la que murió un matrimonio pasó a ser un crimen machista porque descubrieron que había sido provocada. "No notamos ninguna presión entonces, nos limitamos a hacer nuestro trabajo", asegura. 

LA APARIENCIA DEL CAOS

De entrada, un edificio que ha sido pasto de las llamas da la impresión de ser el escenario "del caos". Para los ojos más entrenados, sin embargo, es todo lo contrario, y enseguida entrega las primeras pistas. Una explosión, por ejemplo, "proyecta muchos objetos hacia afuera". Al localizarlos e invertir la trayectoria que han seguido estos, se deduce el foco desde el que han sido expulsados.

El humo también es aliado de Godall. La acumulación de hollín se concentra donde las llamas han ardido más intensamente. Otro indicador interesante aparece al observar cómo se han fundido las cosas. Se deshacen paulatinamente y "las partes que han quedado expuestas a más calor pueden estar más afectadas", explica. 

La suma de estas señales arroja un rastro que conduce al punto en el que apareció el fuego. En la explosión de Premià, los investigadores se detuvieron frente a una tubería de gas que había sido arrancada de la caldera. Al observar la pieza, se dieron cuenta de que se trataba de "una manipulación evidente". Alguien quiso llenar aquella casa de gas y que todo saltara por los aires. La Unitat de Godall investiga solo los casos en los que hay indicios de criminalidad. De los 89 que analizaron en el 2016, un 35% habían sido provocados.

ENIGMA EN VÍAS DE RESOLUCIÓN

La información que aporta el cadáver -cuando lo hay- puede ayudar a resolver el enigma. "Si se trata de un fumador y aparece una colilla sobre un colchón que ha ardido, por ejemplo, hay una causa probable a la vista", ilustra el subinspector. A veces los vecinos dejan caer que la víctima tenía "síndrome de Diógenes" o la familia asegura que había recibido "amenazas", enumera. En Premià, los Mossos contaban con diversos testimonios que denunciaron que la mujer que falleció tenía miedo a su marido. 

Esta información suplementaria puede dar pistas para resolver el misterio. Pero no forma parte del informe que entrega Godall, que solo recoge las evidencias científicas y se limita a certificar si el fuego ha sido provocado o no. Como a ‘Sombra’ Rimgale solo le interesa descubrir dónde nace el fuego, y nunca es por culpa de ratones con cerillas.